¿Una Navidad diferente?
¿Hemos pasado página demasiado rápido sin querer saber qué otras consecuencias puede acarrear la pandemia con la aparición de las nuevas variantes del virus (La última Ómicron)?
Cuando apenas quedan unas horas para la tan deseada “Navidad 2021”, ya hemos lanzado las campanas al vuelo y se nos quedan lejanas en el tiempo las restricciones y limitaciones que marcaron un día el COVID-19. ¿Tenemos tan poca memoria con la cantidad de consecuencias, fallecidos, economías destrozadas, desolaciones personales, etcétera, que ha dejado el virus, como para no querer saber nada de todo ello?
¿Hemos pasado página demasiado rápido sin querer saber qué otras consecuencias puede acarrear la pandemia con la aparición de las nuevas variantes del virus (La última Ómicron)? ¿O es que queremos hacer oídos sordos y mirar a otro lado tapando todas nuestras carencias con artilugios festivos, comidas de empresa y de amigos pensando que mañana será otro día?: “Comamos y bebamos que mañana moriremos”. Todas estas interrogantes nos tienen que hacer pensar que la pandemia no se ha ido, que ha venido para quedarse y por mucho tiempo.
Algo hemos aprendido, aunque volvamos a tropezar en la misma piedra: “Ya se están empezando a poner las dosis de vacunación pediátrica a niños entre cinco y once años, la tercera dosis de inmunización va a un ritmo relativamente rápido entre la población de más edad y eso nos puede tranquilizar un poco más, pero no lo suficiente como para saber que hemos perdido cosas muy importantes en el camino de nuestras vidas”. Ya hemos empezado a frecuentar nuevamente las calles, con la inauguración del Alumbrado Navideño como punto de partida.
Las calles también se han poblado aquí en Guadalajara de casetas de productos navideños, artesanales y de atracciones para los más pequeños, pero ya no vemos a casi nadie con la mascarilla puesta a pesar de que las cifras del virus parecen ir en aumento sobre todo en algunas Comunidades. No perdamos el tiempo ganando la lucha contra el COVID-19 y sus variantes, seamos prudentes y disfrutemos con sentido común de las cosas más sencillas y simples que parece que habíamos olvidado y perdido. Por estas y otras muchas razones va a ser una “Navidad Diferente”.
Que cada uno se haga su composición de lugar y sepa que es lo que más le conviene y debe hacer. Tampoco pongamos obstáculos insalvables a los que de una forma razonable, lógica y meditada quieren disfrutar de estos días, aunque sí es cierto que la Navidad como tal haya perdido hace tiempo su verdadero sentido: Unidad, Caridad, Amor, Compartir, Entregar y sobre todo saber lo que celebramos.
Que no sea todo descorchar botellas de vino o de cava. Pensemos que también otras formas diferentes de disfrutar de este tiempo que es “La Navidad” con mayúsculas. Desde estas líneas, ya casi fin de un año que se nos va, les deseo a todos Ustedes, lo que nos gustaría tener y no tenemos, lo que tenemos y no sabemos valorar y sobre todo una sonrisa sincera que pueda ayudar y hacer felices a los demás: “Feliz y auténtica Navidad”.