Ana Lozano: “Lo de Belgrado ha sido como un sueño donde lo estaba pasando muy bien”
Martes, cerca de las seis de la tarde. Ana Lozano accede a las pistas de atletismo de la Fuente de la Niña, tal y como hace casi a diario. Sin embargo, en el ambiente se nota que no es un día más. Es el primero en el que la alcarreña acude a su entrenamiento después de escribir su propia página en la historia del deporte de Guadalajara. Ana había logrado solo dos días antes ser sexta en los 3.000 m.l. en el Campeonato de Europa de Belgrado. El estadio guadalajareño vibró con la presencia de la mejor atleta de la provincia de todos los tiempos.
Ese martes, nada en la Fuente de la Niña era igual a otros días. Ana recibía las felicitaciones de los funcionarios de la instalación, de sus compañeros de equipo, de los jóvenes atletas que realizaban sus entrenamientos... Una de ellas, Patricia, se acercaba a nuestra protagonista: “¿Te puedo pedir un autógrafo, Ana?” La atleta firmaba amablemente, ocultando sus nervios. “Es la primera vez que me piden un autógrafo en Guadalajara”, descubría con esa humildad que la ha acompañado desde niña, aunque es consciente de ya es una de las grandes realidades del atletismo europeo.
“Poco a poco me lo voy creyendo, ha sido todo muy ilusionante y estoy muy feliz, pero hay que seguir entrenando día a día”, analiza, tratando de restar importancia a esa proeza conseguida en Belgrado (sexto puesto en la final, firmando un registro de 8:55.20).
En Serbia todo para Ana era nuevo, como su estreno con la selección. “Todo me hacía mucha ilusión, desde abrir mi primer paquete con la ropa de España o ir a mi primera rueda de prensa con el equipo. Estaba en un mundo increíble, pero lleno de ilusión”, comenta y añade que “a lo largo del viaje he conocido a atletas que solo veía en la tele y ahora son compañeros; se han roto barreras y he visto que son gente cercana.La experiencia con la selección, genial y solo tengo palabras de agradecimiento para los compañeros y los técnicos”.
Una experiencia que se trasladó al tartán del estadio de Belgrado. Ana afrontó la semifinal, en la segunda serie. “ Tenía muy buenas sensaciones pero mucha incertidumbre”. Y consiguió entrar por tiempos a la gran final. “Cuando vi que me había clasificado, rompí a llorar. Esta vez me salió toda la felicidad que llevaba dentro. Habíamos logrado el mayor objetivo que nos habíamos planteado: bajar mi marca y meterme en la final”, recuerda.
Un tiempo de 8:56.01 le dio paso a la final del domingo. “Veía el plantel de atletas que me rodeaba en esa final y estaba alucinando, pero me dije: voy a dar todo lo que pueda”. Y lo dio. Ana fue sexta.“Cuando vi la marca, los ojos se me quedaron como platos. Era como estar en un sueño, pero un sueño donde lo estaba pasando muy bien”. Pocas, muy pocas atletas pueden presentar un tiempo de 8:55.20 en los 3.000, tan pocas que esa marca es la quinta mejor de la historia en España.
Ana recuerda la última carrera: “No me di cuenta de que en las primeras vueltas estaba en la cola del grupo, pero me encontraba bien, a pesar del esfuerzo del viernes. Cuando quedaban siete vueltas empecé a apretar y si de algo me siento orgullosa es de haber podido hacer un buen final. Cada vez iba viendo menos atletas por delante de mí y eso me hacía seguir con mucho ánimo y darme cuenta de que estaba haciendo bien las cosas. Hice un último esfuerzo y quedé sexta... ¡uff! sexta”.
Toda Guadalajara estaba pendiente de la carrera de Ana. “Lo sabía, estaba lejos, pero de alguna forma sabía todo el apoyo que tenía detrás”, descubre y añade que “después de la semifinal los mensajes me llegaban de todas partes y de mucha gente, de familia, amigos, gente del atletismo, gente de Guadalajara y gente con la que hacía mucho que no tenía contacto, como compañeros del instituto o de la universidad que me decían que me habían visto en la tele. Te sientes tan arropada y con tanto apoyo que quieres hacerlo bien”.
Próximas citas
Pero esto no acaba aquí. “El atletismo es así”, explica. “Una marca te vale para clasificarte para la próxima carrera, pero no es para siempre, así que cada vez tienes que buscar la siguiente clasificación y la siguiente...” Son los retos continuos que ofrece este deporte. De momento, para Ana Lozano, su primera cita llegará este domingo, con el Campeonato de España de Campo a Través de Gijón. Allí, la alcarreña formará parte del equipo de Castilla-La Mancha y pondrá en juego su participación en el Campeonato del Mundo del Cross que se disputará en Kampala (Uganda) el 26 de marzo.
Después llegará su cita con el Nacional al aire libre y posiblemente el Mundial de Londres. Son los nuevos objetivos para los que Ana se prepara y que espera conseguir con una fórmula que le ha dado hasta ahora un excelente resultado: humildad+trabajo.
“Ana, son las seis, es la hora de entrenar”. Son las palabras de su entrenador, Javier Cañadillas, que, llegan al final de la entrevista. Palabras que hacen que la atleta siga manteniendo los pies en el suelo. “Mi entrenador me ayuda mucho a asimiliar todo esto que me está pasando en los últimos meses”, explica y añade que “lo llevamos con un gran optimismo y creo que la madurez que estoy adquiriendo en este invierno me está permitiendo procesar muy bien todo lo que está pasando y coger confianza”.
Ana Lozano ya está lista para afrontar una nueva sesión de entrenamiento,con sus compañeros del ‘Kaña Team’. Unas vueltas de rodaje por la instalación de Guadalajara y a completar los kilómetros previstos por su entrenador. Humilde, discreta y sobre todo muy trabajadora. Es Ana Lozano, la nueva estrella del atletismo europeo.