AÑO 2007: El Dépor respondió a su cita con la historia con el ascenso a Segunda B
Echamos la vista atrás 13 años y recurrimos a la publicación de Nueva Alcarria del 25 de junio de 2007. El diario, con un suplemento especial, trasladó a sus lectores la fiesta que se vivió en Las Palmas, en el mítico Pepe Gonçalves. Fue el escenario en el que el Deportivo Guadalajara logró su sueño, el del ascenso a Segunda División B. Rememoramos ese paso histórico en un club que espera repetir el premio esta misma temporada.
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Como bien decía el diario, el Deportivo tenía una cita con la historia. El club cumplía los 60 años de su fundación y lo quería celebrar con un ascenso en Las Palmas.
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Y lo logró. ‘Histórico Dépor”, titulaba Nueva Alcarria y mostraba esta imagen del presidente del club, Germán Retuerta, a hombros de los aficionados. “Club Deportivo Guadalajara: 60 años y subiendo”, añadía.
Antes de la cita en las islas el Dépor había eliminado al Tropezón de una manera contundente con un marcador total de 8-0. El filial de Las Palmas esperaba en la eliminatoria final, una cita que comenzó con triunfo morado en el Escartín por 2-1 con los tantos de Pelegrín y Nel. El Dépor no sentenció y dejó la resolución de su sueño para el partido de vuelta.
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¿Y cómo fue ese encuentro decisivo? Un empate en el estadio Pepe Gonçalves servía a los de Yoyo Ocaña. Los morados buscaron el gol de la tranquilidad, pero sufrieron y hubo que esperar hasta el minuto 53 para que Braulio –uno de los nombres que ya forma parte de la historia del club– abriese el marcador. El filial de Las Palmas empató casi a continuación, pero el 1-1 final daba el premio a los morados.
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Y estalló la alegría. El campo canario se tiñó de morado. Jugadores y afición fueron una piña. Apenas se podían contener las lágrimas de la emoción.
La fiesta se trasladó al vestuario. La plantilla lo celebró a lo grande, con un entrenador, Yoyo Ocaña, manteado por sus jugadores, como gran protagonista de la proeza.
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Eso en el vestuario, pero también hubo festejos en la grada. Unos 300 nobles y fieros no dejaron solo al Deportivo Guadalajara decía Nueva Alcarria, reflejando la respuesta de la afición morada ante la llamada del equipo. Los 163 seguidores que viajaron en el vuelo chárter privado fletado por el club desafiaron al madrugón y al dinero y se unieron a los más de 150 incondicionales que viajaron días antes. El ambiente entre ambas aficiones fue cordial y la seguridad privada contratada por el club grancanario no tuvo mucho trabajo. El colorido lo dieron, tanto los aficionados morados, como los amarillos.
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El ascenso también se vivió de forma muy intensa en Guadalajara. El Ayuntamiento situó unas pantallas gigantes en la plaza Mayor donde cientos de aficionados presenciaron en directo el partido. El sufrimiento y la angustia inicial del encuentro se transformó en alegría en la propia plaza y en fiesta en distintos rincones de la ciudad, como la fuente de la plaza de Bejanque, lugar elegido para las celebraciones. Un sitio en el que también se citó la familia morada cuatro años después con el ascenso a Segunda y donde espera volverse a ver a finales de este mes de julio.
