Con sufrimiento, también vale para sumar
El Deportivo Guadalajara se impuso por la mínima a El Palo y agranda aún más su racha triunfal. Y es que, los alcarreños siguen sin conocer la derrota en Liga en este 2014. Unos resultados que les han llevado a la zona de play-off por méritos propios y eso que ayer tuvieron que hacer frente a la expulsión de Álvaro Zazo en el minuto 65. Un golpe complicado de digerir y que pudo resultar muy caro para los intereses morados, pero que, finalmente, demostró que los malagueños y la efectividad no comparecieron de la mano en el Pedro Escartín.
El Depor se asentó muy rápido en el terreno de juego. Tanto que en el minuto 3, Phillipe Toledo avisaba a Mikel Pagola, pero su potente disparo se perdió rozando el palo. Poco después se repetía prácticamente la misma situación, aunque con distinto final. En esta ocasión, Arroyo no fallaba desde el pico del área. El madrileño aprovechó un balón suelto en un córner para ponerla en el palo largo, lejos del alcance de Pagola.
Los morados se adelantaban en el marcador, mientras los marineros intentaban reaccionar al tempranero gol con un par de acciones combinadas que el Depor cortó de raíz. Y es que, los alcarreños llevaban el peso del partido, dominaban y generaban peligro. En definitiva, eran superiores a sus rivales, pero la superioridad no era suficiente. Mediado el primer acto, Falu estuvo a punto de igualar la contienda. Todo procedía de un fallo de Espín al intentar frenar a Gerrit. El máximo goleador visitante se fajaba del capitán y ponía el balón al corazón del área en donde el delantero se relamía. Pero antes, el cuero tenía que pasar por delante de Akrong y de Álvaro Campos y pasó, aunque la consiguieron desviar lo suficiente para que Falu no atinara con el remate y Julio la echase a córner. El Palo se desperezaba y con peligro, sobre todo cuando había algún fallo en la circulación morada. Al filo del descanso y en una acción similar, Gerrit lo probaba desde la línea de tres cuartos sin peligro, después de ver a Álvaro Campos adelantado. El partido estaba abierto y se podría decidir en cualquier acción si el Depor no conseguía sentenciar.
La segunda parte empezó como acabó la primera, es decir, con el Guadalajara llevando el peso del partido y con El Palo agazapado esperando el error del rival. Así las cosas, las oportunidades fueron cayendo del lado local. Primero, Quique no llegó a una asistencia de Arroyo desde la banda. Después, un testarazo de Espín se perdió rozando la cepa del poste. Dos buenas acciones y, la tónica del partido se repetía otra vez, un error. En esta ocasión era Akrong el que se caía y dejaba solo a Falu en el punto de penalti, pero el ariete, definitivamente, se había dejado la puntería en la Costa del Sol.
Antes de que el partido cambiase para siempre, Quique afiló los colmillos con un chut desde la frontal que se perdió unos centímetros arriba de la portería de Pagola. Cambió para siempre porque en el minuto 65 Zazo vio la segunda amarilla y dejó a los alcarreños con un hombre menos sobre el terreno de juego. Poco después, Nacho Aranda se topaba con el larguero y Gerrit con Álvaro Campos. El Palo estaba empezando a aprovechar los desajustes defensivos alcarreños, pero sin efectividad. Y es que, poco después los andaluces volvían a marrar otra ocasión clarísima. En este caso era Javilillo el que deslucía una magnífica triangulación de los visitantes con un control defectuoso.
El Depor resistía como podía y Salvachúa optó por reforzar la defensa. Aitor Núñez entró por Quique y Moyano pasó a ser central junto a Espín y Akrong. La consigna estaba clara, defensa a ultranza e intentar frenar a los malagueños con interrupciones constantes en las que participaban hasta los recogepelotas. Había que descontar minutos al cronómetro como fuera. Con El Palo volcado, Mikel Pagola ejercía de líbero en la medular, el encuentro agonizaba sin que fueran capaces de dar ese último pase que diese opciones a sus atacantes y, cuando el último pase era bueno, los que fallaban eran los atacantes. Sin mordiente arriba, El Palo se tuvo que conformar por caer por la mínima ante un Depor que demostró que sabe luchar ante las adversidades y sufrir como el que más.