Dani Molina: “La cancelación de los Juegos Paralímpicos sería catastrófica”

12/06/2020 - 09:36 Pablo Vázquez

Dani Molina aún no conoce fecha de regreso a la competición, aunque en ningún momento ha dejado de prepararse para ello. En el horizonte tenía pruebas como la de Miami en marzo, en Francia, en Italia, el Mundial u otra programada para el 4 de octubre en Alanya (Turquía).

Aunque de ellas solo continúa en pie la última, Molina sigue en su puesta a punto para cuando regrese a competir al máximo nivel.

Ahora ya puede entrenar al aire libre o en las instalaciones municipales, pero desde casa ha tratado de seguir una rutina diaria en la que llegaba a hacer hasta tres sesiones. “He hecho mucha cinta de correr y mucho rodillo. Todo lo he hecho en mi casa, con muchas horas de gimnasio y haciendo trabajos específicos de gomas, de técnica y de fuerza”, reconoce.

Pese a ello, el no poder realizar deporte en la calle también ha sido duro para él: “Yo estoy muy acostumbrado a estar en la calle todo el día y es complicado porque son muchas horas metido en la habitación entrenando”. Después del confinamiento, el objetivo era volver a realizar entrenamientos orientados a la competición, aunque al no haber fechas no es todavía lo mismo. “Mi entrenador y yo decidimos bajar un poco el ritmo hasta que sepamos cuándo vamos a volver a competir”, asegura, ya que cree que un deportista “necesita saber cuándo compite para alcanzar su pico de forma”.

Preparándose en la piscina
Después de casi tres meses, la Piscina Municipal de San Roque volvió a abrir sus puertas para el uso deportivo de profesionales el pasado miércoles 3 junio. Dani Molina fue el primero en zambullirse en el agua, algo que según él no hacía desde hacía 82 días. Sin embargo, desde hace ya tres semanas se encontraba entrenando al aire libre en el embalse de Entrepeñas y el azud de Pareja.

Molina cuenta que los deportistas como él no tenían limitación de tiempo a la hora de practicar su profesión: “Desde que nos dejaron salir, los deportistas de alto nivel no teníamos limitación de horarios. Lo único que no podíamos hacer era salir de la provincia. El alcalde de Pareja me hizo un permiso especial para que fuese a entrenar allí sin problemas”. Sin embargo, asegura haber echado de menos entrenar en una piscina pese a contar con lugares como estos desde hace ya semanas.

Quiere plaza en los Juegos
Dani Molina no tiene garantizada ni mucho menos su presencia en los Juegos Paralímpicos de 2021. Sin embargo, el aplazamiento de esta cita al año siguiente puede que le venga bien para obtener una plaza que se antojaba difícil. “No sé si me viene bien porque yo me encontraba muy bien de forma. A lo mejor este hubiese sido un buen año para clasificarnos, pero es verdad que tener un año más es una pequeña ventaja”, declara.

Sin embargo, su categoría -PTS3- no está incluida entre las modalidades de Tokio. Molina lamenta esta decisión, aunque no pierde la esperanza y buscará de todas formas estar en la cita paralímpica aunque sea en otra categoría: “De las seis modalidades se quedaban dos fuera y he tenido la mala suerte que le ha tocado a la mía. Sería la PTS4, que está formada por gente con menos discapacidad. Compiten más rápido que yo y tengo algo más de desventaja”.

Aún así, la celebración de los Juegos Paralímpicos de Tokio no está completamente asegurada a día de hoy. Dani Molina se suma al pensamiento de Miguel Carballeda (presidente del Comité Paralímpico Español) y de Teresa Perales (deportista paralímpica española más laureada) al pensar que, en caso de no celebrarse, sería catastrófico. “Yo creo que harán todo lo posible para que se organice. Sería muy malo económicamente para el organizador y también para los deportistas que se están preparando para ello”, confirma el campeón europeo y mundial.

Dani Molina para rato
El paratriatleta afincado en Guadalajara ya piensa en futuras fechas paralímpicas, como la de París 2024. Con 45 años, aún no piensa en la retirada y asegura que se preparará para la próxima cita. “Creo que aún me queda cuerda para rato. Todo va a depender de cómo estén la cabeza y el cuerpo y de que los patrocinadores sigan dando el apoyo que han mostrado hasta ahora porque sin ellos es imposible. Físicamente me encuentro mejor que nunca”, concluye.

A París llegaría ya con 49 años, aunque espera que para entonces su especialidad, PTS3, esté en la agenda tras ocho años sin estar en los Juegos Paralímpicos.