David Alonso: "Cuando cruzas la línea de meta no pasa nada, es una sensación extraña"
"Crees que te va a entrar un súper poder o te vas a volver inmortal, pero la vida sigue, no se para el tiempo"
“Poco a poco voy asimilándolo y estoy tratando de digerir todo lo que ha pasado y he vivido en tan pocas horas”. David Alonso, campeón del mundo de Moto 3, ya está en Torrejón del Rey. Aquí, rodeado de sus familiares y amigos, está intentando “vivir el momento presente” y asimilar todo lo que ha pasado “desde que sonó el despertador el domingo por la mañana”.
Todos los aficionados al motociclismo hemos soñado con ser Marc Márquez, Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa, y nos hemos preguntado qué se siente al convertirse en campeón del mundo. Para David Alonso fue una sensación extraña porque “los medios lo venden como algo muy épico y crees que al cruzar la meta te va a entrar un súper poder o que te vas a volver inmortal, pero la realidad es que cuando cruzas línea de meta no pasa nada. Si, has ganado un Mundial, pero no se para el tiempo, la vida sigue, y hay una sensación extraña por esa parte”.
Poco después de lograr el título, leía una carta escrita por él mismo la noche previa a la carrera en la que reconocía que le asustaba pensar “como me puede cambiar mi vida en menos de 24 horas”, pero ahora asegura que “soy el mismo de siempre aunque la vida si me ha cambiado un poco”.
Una de las imágenes del fin de semana es una en la que se ve como a uno de los mecánicos del Aspar Team se le cae el mensaje de ‘World Champion’ de la pizarra poco antes de que David ganase la carrera. Ahora lo cuenta entre risas, pero en ese momento generó un momento de confusión: “Me moría de la risa viendo el vídeo en el avión. Yo esperaba salir de la última curva y ver en la pizarra, con letras doradas, el mensaje de que era campeón del mundo, me lo iba imaginando, pero no vi nada. Pensé que no lo había ganado, que tendría alguna penalización y que tendría que jugarme el título en Australia. Estuve un tiempo rallado. Entonces empecé a preguntar a los rivales. El primero que llegó hasta mi fue Colin Veijer, que terminó segundo la carrera. Le pregunté como había quedado, refiriéndome a mi, y me dijo segundo refiriéndose a él. Fue un lío, pero al final me dijo que había ganado y que era campeón. Aún así no me lo creía, y después le pregunté cinco o seis veces a mi compañero de equipo, Joel Esteban, si de verdad era campeón”.
No siempre ha sido fácil. De hecho, tras su primera carrera en el campeonato David Alonso llegó a decir a Gino Borsoi, actual team manager del Pramac Racing, que no iba a ir rápido en una Moto 3 en la vida. Tampoco fue bueno su último año en el mundial junior, lo que hizo que llegase a Moto 3 con dudas. “Quien no tuvo dudas fue Nico Terol” quien confió en él con 11 años, y recuerda perfectamente el día en el que se quitó de la cabeza aquello de que no podía ser rápido en una Moto 3, “era el primer entrenamiento del Mundial 2023 en Jerez, fui capaz de seguir a mi compañero Yamanaka una vuelta entera. En ese momento Nico y yo sentimos que habíamos vuelto”.
Ahora, con cuatro carreras por delante y el objetivo conseguido, reconoce que “en un primer momento pensé en que no me apetecía volver a entrenar, perdí un poco la motivación, pero luego me acordé de toda la gente que ha trabajado por mi y que me ha ayudado a estar aquí, por todos ellos daré lo mejor de mi. Además me encanta subirme a la moto, bajarme la visera y ser competitivo”.