De la catarsis colectiva a la resaca tras una ajetreada noche
Son las nueve de la mañana. A buen seguro, muy pocos guadalajareños que estuvieron ayer en Bejanque celebrando el ascenso del Dépor a Segunda RFEF se habrán levantado. El video grabado por RAFAEL MARTÍN SOLANO expresa a la perfeccción lo vivido: "Una imagen vale más que1.000 palabras".
O quizás estén aún despiertos, vagando por las calles capitalinas como muertos vivientes, muy vivientes, dándose pellizcos para despertar de lo que al comienzo de la temporada era un sueño y ahora es realidad.
Los que, no por ganas, sino por cansancio, o los que estén trabajando, cuando lean esta crónica aún no podrán creer la catarsis colectiva que vivieron ayer; la liberación de tantísima tensión acumulada desde que empezó la liga; tantísimos sinsabores y tantísimas alegrías.
Agua por doquier salpicando por todos lados; cánticos, abrazos, ovaciones, aplausos… Todos los presentes compartieron momentos inolvidables con los protagonistas. Los más afortunados lograron un choque de manos o un fuerte abrazo de oso con alguno de los miembros de la plantilla. A buen seguro que aún no se han lavado las manos. Ni lo harán hasta que la higiene apremie.
Toda la peña morada era un sentimiento, el mismo; una pasión, la misma; en definitiva, un único ente, si es que hay alguna palabra para explicar el ambiente de confraternización y de alegría compartida. Bejanque era una piña, todos con el Dépor, que ha hecho historia.