El Quabit Guadalajara toma aire

28/04/2013 - 19:45 A.G.Hernández

 
  El Quabit respira. Toma oxígeno. La salvación se puede lograr, apenas se necesitan dos puntos más y el objetivo estará cumplido. La victoria de ayer ante el BM Huesca dio vida a los de Mateo Garralda, que ahora están a tres puntos del Academia Octavio que cierra el descenso. Dos puntos que saben a gloria y que llegaron de la mano de un Obrad Radulovic que empezó a recordar al lateral de antaño.
 
 
  La defensa se mostró sólida y Jorge Gómez, sublime, como casi siempre, con un 49% de efectividad bajo palos. El ataque, con el regreso ya a todos los efectos del serbio, estuvo a la altura de las circunstancias con circulación, movilidad y buena elección de pase. El Quabit sabía que no habría muchas más oportunidades de escabullirse del descenso y la victoria no se escapó.

La igualdad reinó en los primeros compases del encuentro hasta que Jorge Gómez se puso el mono de trabajo y levantó al público del Santamaría. Cuatro paradas seguidas y dos goles de ventaja (8-6). Entre ellos, el gol 5.000 del Quabit en Liga Asobal a cargo de Silva. Los oscenses cogieron el rebufo de la mano de Espigol y se mantuvieron a una distancia prudencial a la espera del fallo del rival. Pero el Quabit de ayer no estaba dispuesto a cometer ningún error. Con el 10-10 de Saubich, los alcarreños volvieron a reaccionar a ritmo de batukada. Dos grandes jugadas finalizadas por Reig y Radulovic y una contra materializada por Fontenla devolvían la ventaja al luminoso (13-10).

Poco después era el Huesca el que achuchaba. El 14-13 a falta de 30 segundos con posesión local parecía más una bola envenenada que una oportunidad para aumentar la distancia. Fue Radulovic el que tomó la responsabilidad y no falló. El lateral está de regreso y para ser uno de los jugadores importantes en este final de campaña.

La segunda mitad continuó por los mismos derroteros, aunque con un Huesca incapaz de reducir esos dos goles de diferencia. En parte, porque durante cuatro minutos jugaron con cinco jugadores en ataque. Primero por la exclusión de Marco Mira y después con la roja a Grau por un golpe en la cara a De la Salud. Era el momento de matar el partido, pero los alcarreños no fueron capaces. Esos cuatro minutos locos se saldaron con un parcial de 1-0. Unos lances que fortalecieron a los oscenses. Volvían por sus fueros, al rebufo del Quabit.

Fue entonces cuando Marco Mira volvió a quedarse fuera otros dos minutos. Era el minuto 44 y el Quabit volvía a su renta vital (20-18). Varias imprecisiones y la exclusión de Bozalongo metieron otra vez el miedo en el cuerpo a la grada, pero Radulovic estaba ahí. Ya sea para marcar o para blocar un lanzamiento que se colaba.

Así las cosas, la ventaja subió a cuatro goles (26-22), pero a falta de cuatro minutos, la exclusión de Silva dio alas a Saubich, Espigol y compañía (27-25). Faltaban 30 segundos y posesión para los visitantes. Había que defender, incluso con uno menos por la exclusión de Radulovic. Fue entonces cuando se erigió la otra figura del partido. Jorge Gómez estaba ahí para hacer cuatro paradas seguidas. Primero a Saubich y Escribano, luego a Espigol y al propio Saubich. El meta se hizo muro en estos compases finales.