
“Embalamiento térmico”, la clave del incendio de Azuqueca
Los incendios en instalaciones con baterías de litio presentan un riesgo específico debido al fenómeno conocido como embalamiento térmico (thermal runaway). Este proceso provoca un aumento acelerado de la temperatura en las celdas de las baterías, que puede desencadenar reacciones químicas violentas, liberación de gases inflamables y tóxicos, y explosiones. La naturaleza química del litio y los materiales asociados dificulta la extinción y exige protocolos especializados.
Este riesgo concreto cobra especial relevancia en el incendio declarado poco antes de las 19:09 horas en una nave industrial de fabricación de baterías de litio y pilas en el Polígono Industrial Ródano de Azuqueca de Henares. La combustión de estos materiales ha generado una densa columna de humo negro visible desde la autovía A-2, acompañada de múltiples explosiones que complican las labores de los bomberos.
El despliegue de emergencias está integrado por efectivos de bomberos de Sigüenza, Guadalajara, Azuqueca y Madrid; policías locales de Azuqueca, Cabanillas y Alovera; Guardia Civil; bomberos forestales; y personal sanitario del SESCAM, con una UVI móvil y soporte vital básico, que trabajan para contener el incendio y proteger a la población.
Retos en la extinción
La complejidad técnica del incendio en Azuqueca refleja el desafío que supone controlar un fuego con embalamiento térmico. Este fenómeno puede provocar propagación incontrolable y liberación continua de gases tóxicos, dificultando la extinción y aumentando el riesgo para personas y entorno.
Para hacer frente al embalamiento térmico, los bomberos emplean una combinación de técnicas y equipos especializados que buscan controlar la temperatura, reducir la propagación del fuego y garantizar la seguridad del personal. A las técnicas habitualmente empleadas en un incendio se pueden sumar el uso de trajes especiales con múltiples capas de tejido, además de cascos, guantes y botas diseñados para protegerlos del calor intenso, las llamas y las sustancias químicas peligrosas presentes en este tipo de incendios y los sistemas de gestión de baterías (BMS), que monitorizan y controlan la temperatura, ayudando a prevenir el embalamiento térmico.