Emilio Mínguez, un alcarreño que ya forma parte de la historia del kenpo nacional

29/11/2017 - 12:47 Alberto Moreno Pérez

En el último medio año Emilio Mínguez (Guadalajara, 1986) se ha hecho con un buen número de medallas en el kenpo karate internacional. Al oro conseguido en el Campeonato del Mundo de Portugal (en mayo), ha sumado recientemente otros tres metales en el Europeo de Rumanía.

Ambas competiciones fueron el estreno de la selección española de esta disciplina y en las dos estuvo el alcarreño. “Se puede decir que estamos haciendo historia en el kenpo español”, dice y afirma que “llevamos muy poco recorrido, pero España está ya entre las mejores del mundo”.

Y es que, por ejemplo, en la última cita, el Europeo de Rumanía, la selección española, compuesta por Ángel Ruiz, Sandra Ajates, Álvaro Muñoz, Zenib Laari y el alcarreño Emilio Mínguez, regresó con 16 metales: 10 oros, 3 platas y 3 bronces. 

Mínguez aportó a ese botín tres metales: oro, junto con Ángel Ruiz en técnicas de defensa personal; plata, con Sandra Ajates y bronce en katas. “Fuimos la segunda selección más importante y es un resultado casi inmejorable. Una experiencia única y aunque veníamos del Mundial que fue una experiencia deportiva única, cada que vez que suena el himno nacional por algo que has conseguido, es algo inexplicable”, relata y recuerda ese campeonato del Mundo del mes de mayo en Portugal del que regresó con la medalla de oro.

A pesar de destacar en el Europeo, el camino de Emilio Mínguez no ha sido fácil. Apenas unos meses antes de la cita de Rumanía sufrió un accidente de circulación que le cortó en seco su preparación. “Temí no poder ir porque los dolores de espalda eran muy grandes, pero en cuanto me dieron el alta entrené intensamente, donde podía y a todas horas. Tenía mucho que recuperar”, relata y destaca que “en ese proceso de recuperación, fue clave el apoyo de mis compañeros, de mi maestro, José María Méndez –director del departamento de Kenpo de la Federación Española de Karate, también alcarreño– de Mariano Martínez Peña y Antonio Gil, que han estado siempre a mi lado y que hacían un esfuerzo importante por quedar conmigo cuando yo podía entrenar, igual que Juan Carlos, que aunque no está activo, nos asesora y nos da la parte visual”. Mínguez que forma parte del Cuerpo Nacional de Policía, también considera vital la ayuda que ha recibido por parte de la Agrupación Deportiva de la Policía Nacional “por las facilidades que me han dado para poder viajar” y por “el compañerismo que tengo de todos. Cuando saltas al tatami lo más importante es saber que hay un grupo detrás. Lo que prima es el esfuerzo, no los éxitos; debes competir contra ti mismo”.

Su relación con el kenpo
Mínguez aparece actualmente en la elite del kenpo nacional. Sin embargo, no tuvo claro su camino. Su primer contacto con este deporte fue de niño, en su colegio, el Balconcillo, con el maestro Ángel Pico. Después entrenó también en el gimnasio Aylu. “Tenía como compañera y rival a mi hermana Noelia y llegaba a ganarme en algunas finales”, recuerda. Después se apartó de esta disciplina durante casi dos décadas, un parón que se cerró en el momento más oportuno y laureado.

Su objetivo se centra en Hungría, en la última semana de abril de 2018, con el Mundial, aunque antes debe puntuar en el Nacional que se disputará en marzo. Para entonces, la gran preocupación del campeón mundial y europeo está en encontrar un lugar donde entrenador. “Para el Europeo, el concejal Eladio Freijo me dejó una sala en el Multiusos y le estoy muy agradecido, pero ahora necesitamos un lugar donde ejercitarnos”, explica. Un lugar donde poderse preparar sus próximas citas internacionales y donde poder seguir haciendo historia en esta disciplina deportiva.