Los saques de esquina deciden el derbi en el San Miguel

20/08/2017 - 22:11 Opta

Los goles de Tena en la primera parte y de Illana, en la segunda, ambos tras sendos saques de esquina dejaron el derbi provincial en tablas (1-1).

El derbi fue de mucha tensión y que finalizó con empate y pocas ocasiones. Y es que, los dos goles que se vieron fueron a balón parado. Por lo demás, la intensidad gallarda se impuso al toque rojinegro, especialmente en una segunda mitad en la que se jugó a lo que los verdillos propusieron. 

Los primeros minutos fueron de toma de contacto, algo típico en un partido que abre la temporada. El Azuqueca intentó dominar, pero la intensidad del Marchamalo le impedía generar peligro real. De hecho, en el primer cuarto de hora apenas se puede contar un remate muy desviado de Tato tras un saque de banda. Fue el preludio del tanto de Tena. El propio Tato sirvió un córner al segundo palo para que el central lo condujese a la escuadra gallarda. Un tanto que volvía a demostrar el poderío que atesoran los de Ernesto Gallardo en estas lides.
    
Crece en intensidad
Tras el gol, el escenario apenas cambio. Eso sí, el derbi se hizo más interesante con las galopadas del rojinegro Oliva por la banda derecha y cada vez que Tato dirigía la jugada. Por su parte, el Marchamalo lo buscaba en balones largos a Gorka, su referencia arriba. Sin embargo, su gran ocasión llegó tras un error defensivo local. La pericia de Cheki con el balón en los pies le dejó solo ante Javi Alonso. El mediocampista cedió para la incorporación de Gorka, pero el pase fue interceptado por la bota de Tena cuando el delantero se disponía a embocar a puerta vacía. El empate estuvo cerca, muy cerca, pero unos y otros se marcharon al vestuario con ventaja por la mínima de los de Gallardo.

Ya en la segunda mitad, el Marchamalo le devolvió la moneda a los rojinegros con un tanto en un saque de esquina. Era el minuto 54 y Chino sirvió para que Illana, que estrenaba capitanía con los verdillos, devolviera la igualada al marcador. 

Estaba claro que a los de Toñín Lozano les había sentado mejor el descanso. De hecho, estaban mejor posicionados sobre el verde que sus rivales, impidiendo que pudieran trenzar jugadas de ataque y provocando en las filas azudenses cierto nerviosismo. Así las cosas, en el minuto 70, Aitor topó con el larguero cuando intentó adelantar al Marchamalo con una volea de categoría que rozó Javi Alonso. Ambas acciones fueron espectaculares, la de Aitor y la de Javi Alonso. El Azuqueca reaccionó con un contragolpe que ni Fuentes ni Oliva fueron capaces de embocar, a pesar de la mala salida de Álex.

Los compases finales depararon un Azuqueca que quería pero no podía y un Marchamalo muy amenazador con balones largos que siempre peinaban o Gorka o Aitor y hacían temblar a la grada local. Al plan de Lozano le faltó el gol de la victoria. Por lo demás, la táctica le salió perfecta: desactivó al Azuqueca de arriba a abajo, aunque le falló la puntería para llevarse los tres puntos.