Manolo levanta al Marchamalo
El Marchamalo volvió a ganar siete jornadas después. Lo hizo en un partido muy serio del cuadro gallardo y en conmeración de las fiestas de su patrón, el Gallardo. Y es que, el orgullo era lo único que se jugaba un Marchamalo salvado hace meses. Por su parte, el Daimiel acudía a La Solana en el otro lado de la misma línea, es decir, jugándose el descenso. Pero a pesar de ello, siempre fue el Marchamalo el que dominó y el que tuvo las ocasiones más claras, ya sea por la inocencia de los atacantes manchegos o porque la defensa repelió una y otra vez el juego directo de estos.
Así las cosas, los de Nito Alonso presentaron sus credenciales a los treinta segundos con un ocasión que mandó fuera por muy poco Cabanillas. Después sería Jorge el que lo intentó y después el partido se tranquilizó. Entró en una fase de mediocampismo sin grandes ocasiones. De hecho, la más clara llegó en las botas de Manolo y fue desde la frontal en un libre directo que salvó Torrente en la escuadra. Ya en los compases finales de la primera mitad y después del susto, dos oportunidades del Daimiel metieron cierta incertidumbre a los locales. Pero tanto Francis como Wy pecaron de falta de intención.
Ya en la segunda mitad, fueron los manchegos los primeros en avisar en la que sería la ocasión más clara de los visitantes en todo el partido. Balón largo dirigido a Sergio Esteban que, con gran categoría, se zafó de su par y se internó en el área, pero su remate apenas probó las habilidades de Rafa y eso que el ariete estaba solo y con todo a su favor para adelantar al Daimiel. Cuatro minutos después, era Manolo el que no fallaba. Lo más curioso es que el 10 gallardo nunca fue un especialista en rematar saques de esquina. Pues bien, en esta ocasión lo hizo apenas a dos metros de la línea de gol y con ninguna oposición de la zaga rival.
El tanto fue todo un jarro de agua fría para el cuadro de José Díaz que apenas un par de minutos después vio como el Marchamalo dejaba escapar la sentencia. Dani robó balón en la medular que entregó a Cabanillas, pero el delantero se durmió en los laureles y Torrente le sacó su chut, con tan mala suerte para el portero visitante que el rechace le cayó al propio Dani. Era la sentencia hasta que Joni, de forma más que fortuita se encontró con el fuerte disparo del lateral gallardo.
Adri respondió con un balón que se marchó muy cerca de la jaula defendida por Rafa. Ese sería el único conato de resistencia manchega, porque después llegarían otro par de ocasiones marchamaleras que, nuevamente, Cabanillas no supo embocar. A pesar de ello, el Marchamalo pudo mantener el resultado y celebrar las fiestas de su patrón como se merece, levantando el título que le acredita como campeón del Trofeo Ayuntamiento de Marchamalo.