Salvador Herraiz recibe la Gran Medalla del Concilio de Maestros de Artes Marciales

04/06/2024 - 10:52 REDACCIÓN

El Concilio de Maestros de las Artes Marciales de España, institución cultural concebida para el desarrollo de los valores morales, humanos y éticos dentro del mundo de las Artes Marciales y que preside Alfonso Acosta, ha concedido dentro de sus premios a la Excelencia Marcial su máximo galardón, la Gran Medalla, al maestro de karate Salvador Herraiz Embid, que estuvo acompañado por su esposa, Olga Muñoz, y su hijo Brandon.

Las distinciones, establecidas en tres categorías, la Medalla de San Jorge la más baja; la Estrella de Oro, que Herraiz ya tenía desde 2017, y la de máxima categoría Gran Medalla que obtiene ahora, han sido entregados en un solemne acto celebrado en el paraninfo de la Universidad de Cartagena, con presencia de autoridades municipales, en el que se han reconocido junto a Salvador a otros maestros que han contribuido durante décadas a la correcta difusión de las artes marciales, velando por mantener sus valores tradicionales de las Artes Marciales, como una doctrina que da sentido a la correcta formación de los practicantes, y también una correcta actitud en el caso de las disciplinas de lucha más modernas que también tienen cabida en el Concilio. Con carácter internacional tiene como objetivo también ayudar a establecer relaciones entre maestros, escuelas y organización afines a esta forma de entender, vivir y difundir las artes marciales.

La gala, se vivió en un ambiente de camaradería demostrando que el Concilio de Maestros, lejos de imposiciones lo que hace es una labor de mantenimiento de una actitud y valores en sano ambiente donde el honor de las artes marciales sea algo diferenciador de otras formas de entender estas. Así que hay que felicitar a su presidente Alfonso Acosta y a su equipo.

La Gran Medalla del Concilio de Maestros otorgada al alcarreño Salvador Herraiz tiene una simbología muy especial al ser la máxima distinción que otorga la organización. La Gran Medalla es una estrella de plata de ocho puntas formada por unas hojas de helecho, en cuyo interior se puede ver el rostro de Minerva (Diosa de la sabiduría). Frente a ella hay una constelación formada por siete estrellas (la Osa Menor) cada una de las cuales simboliza los valores que promueve el código guerrero del Bushido. La última estrella es la estrella Polar, considerada por muchas culturas como la más brillante de todo el firmamento, la que nos indica el norte, el camino correcto a seguir, tanto en nuestras vidas como en la práctica de las artes marciales. Bordeando la parte central de la medalla hay una corona de laurel simbolizando el triunfo, y una inscripción en latín con todos los valores que personifican la figura de los auténticos maestros: SCIENCIA (sabiduría y conocimiento), RECTITUDINEM (comportamiento ejemplar con honor, constancia y amor por lo que uno hace), HUMILITAS (humildad y respeto) ET EXEMPLE (el ejemplo como cualidad que da sentido a las otras).

Durante su intervención, el sensei Herraiz dedicó su distinción al recientemente fallecido Antonio Oliva, pionero del karate en España, 10º Dan y buen amigo suyo durante más de 40 años en los que colaboraron en varios proyectos.

Salvador esbozó la trayectoria Antonio Oliva, destacando en su honor que “su trayectoria más conocida y valorada mundialmente por su labor pedagógica y sus revolucionarios sistemas de entrenamiento deportivo, Oliva fue persona de grandes valores filosóficos, personales y familiares. DEP” y recordó como jocosamente le decía a Salvador: “No me llames maestro, que tuvimos uno…y le crucificamos”.

Junto a Salvador Herraiz han obtenido su galardón otros karatekas destacados como José Rubio, José Abad, José Manuel Egea y luchadores como el actualmente conocido luchador de la UFC Ilia Topuria, y diferentes referentes de países como México, Rumanía, Corea, Colombia y España, y de artes tan dispares como Judo, Aikido, Taekwondo, Wu Shu, Kajukenbo, Kendo, Karate, Shorinji Kenpo, Hapkido, Taijiquan…

Los actos culminaron con una cena de hermandad en el Club de Regatas de Cartagena, y al día siguiente con interesantes exhibiciones de artes marciales en la espectacular explanada del puerto.