Fernández Galiano
Consternación en el mundo del arte, en la sociedad de Guadalajara y en cuantos tuvimos la fortuna de tener trato con él.
El sábado, 30 de marzo, demasiado joven, falleció Emilio Fernández Galiano, un querido colaborador de este periódico, un pintor extraordinario y una buena pluma, apasionada de la época de la transición en la que su padre, en nuestra región, fue una pieza fundamental como primer presidente de Castilla-La Mancha y senador por la provincia.
A Emilio no le gustaban las etiquetas, decía que su estilo se iba haciendo día a día, le atraía el lienzo en tabla, el óleo, los retratos, los motivos taurinos, los paisajes y también la escena urbana. Es autor de los cuadros del Rey que presiden los salones plenarios de los consistorios de su querida Guadalajara y su Sigüenza del alma. También pintó a expresidentes de las Cortes de Castilla-La Mancha, de la Diputación o a los del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha...
Pero no queremos analizar su prolífica obra, sino referirnos al compañero de páginas, al amigo al que no gustaba faltar a los premios Populares, al cocktail de Navidad o a los distintos actos organizados por nuestro periódico, unido a esta cabecera por su gran amistad con el presidente, Miguel Bernal. Cada quince días nos remetía ‘La Raposera’ y en la última etapa Heróes de cartón, con su comentario sobre la actualidad, acompañado de una ilustración, obra suya, que le añadía un valor incalculable. Colaboró en los especiales de fiestas de Sigüenza entrevistando a sus alcaldes y suya fue la portada del libro que editamos con motivo del 75 aniversario de Nueva Alcarria.
Valoraba la gran amistad de su padre y sus tíos con mi abuelo Salvador Embid, que compartió con ellos muchos momentos. Gracias Emilio por el cariño que dispensabas a mis padres y por nuestro recíproco aprecio. Tu nombre ha quedado grabado con letras de oro en la historia de este tu periódico y de la provincia que para siempre disfrutará de tu legado. DEP.