Sayonara

15/08/2021 - 12:00 José Luis Yañez

Los Juegos han terminado exitosamente. No pueden decir lo mismo algunas delegaciones que se han marchado sin cumplir sus expectativas o el pueblo de Japón del que no sale con una imagen muy bien parada, sobre todo por su rigidez y las medidas restrictivas. Pero es que es imposible tener el punto de vista japones desde nuestra perspectiva. Su cultura es muy diferente. La globalización sobre todo del sector audiovisual y de entretenimiento hace que la gente joven cada vez se parezca más a la de otros países, aun así hay muchísimas diferencias culturales. Están muy preparados y entrenados para infinidad de situaciones incluidas las emergencias, pero con una capacidad casi nula para improvisar en el resto. Da la impresión de que son creativos solo cuando se les ordena que lo sean. Es muy difícil oírles decir que no a algo, se pondrán y harán gestos con las manos, dirán «mmmm» o «un poco» que significan claramente que no, pero una negación rotunda es casi imposible de escuchar. Luego te sorprenden con actitudes como que el autobús espere en la parada en lugar de arrancar hasta el semáforo que está en rojo unos metros delante.

Y respecto a la ciudad, no es de extrañar que sea un destino turístico mundial a pesar de que no cuenta con monumentos históricos importantes. El urbanismo de Tokio es algo completamente distinto al de otras ciudades, impensable en España. Para empezar no hay rotondas. En el mismo centro hay autopistas urbanas que de repente pasan de ser subterráneas a ir por encima de edificios de 6 plantas y encajonadas entre rascacielos o por encima de los ríos, con nudos «imposibles» vistos desde fuera, repletos de entrecruzamiento de viaductos pero que desde dentro no te enteras. Conducir por estas autopistas es una de las nuevas experiencias que me llevo de Tokio, lo más parecido en la vida real a un videojuego. Y además se convierte inolvidable —e irrepetible— cuando circulas por ellas en el centro de Tokio en solitario sin ver un solo vehículo durante kilómetros. Los terremotos son otra de las experiencias o sensaciones nuevas que me llevo de Japón.

Dentro de unos días comienzan los Juegos Paralímpicos, yo antes me volveré unos días a España aunque luego me toque superar una nueva cuarentena blanda. Pero este año es especial, casi de continuo tenemos a la vuelta los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, también con medidas restrictivas que todavía no están muy claras, por lo que el descanso va a ser mínimo. Pero eso será otra aventura.

Desde Tokio Sayonara.