Trabajo y paciencia, las dos palabras claves para el regreso de Ana Lozano

19/10/2021 - 10:56 Alberto Moreno Pérez

La atleta alcarreña se recupera lentamente de su operación y espera volver pronto a la competición. Ana Lozano es una de las grandes figuras de la historia de nuestro deporte.

El 24 de agosto de 2020 Ana Lozano (Guadalajara, 1991) tomaba la salida en la prueba de 5.000 metros en el meeting de Castellón. Fue la última vez que la deportista alcarreña pisaba un tartán de forma oficial. Después volvieron las restricciones debido a la maldita pandemia y unos meses más tarde hizo presencia uno de los principales enemigos de cualquier atleta: las lesiones.

Ana Lozano tuvo que pasar por el quirófano para corregir con una calcaneoplastia sus molestias en el talón. Ahora, cuatro meses después de esa operación está empezando a ver la luz, aunque avisa de que “estoy aún muy lejos de  poder entrenar con normalidad”. 
Paciencia. Es la palabra clave. “No tengo ahora ningún objetivo de competición porque no me lo puedo plantear. No sería bueno a nivel mental ya que sería meterme prisa y eso es malo, debo tener paciencia, algo que le pido también a la gente que me quiere ver competir, paciencia”, explica y recuerda el momento de la lesión. “Me pasé todo el confinamiento haciendo solo bici en casa, sin salir. Cuando ya por fin pudimos salir entrené muy bien durante cuatro meses, pero empezó el dolor”. Ahí no tuvo más remedio que parar su preparación, renunciando incluso al Campeonato de España. “Estaban muy cerca los Juegos Olímpicos de Tokio y quería estar bien para intentar clasificarme”, indica. Pero no llegó a la cita. “Me he pasado todo el año de los Juegos intentando recuperarme del dolor. Psicológicamente es muy duro porque un atleta se dedica a entrenar y competir y es algo que no puedo hacer desde hace mucho tiempo ya y es frustrante”, se lamenta.

Por delante tiene un duro camino, del que no sabe ni siquiera lo largo que puede ser, pero lo que sí tiene claro Ana Lozano es que el final de la recuperación llegará. “Sigo queriendo competir y por eso me he operado, espero volver a estar al máximo nivel”, augura. Y es que Ana Lozano no concibe una vida sin el atletismo, su gran pasión. 
Su relación con este deporte comenzó en el instituto. Tras practicar otras disciplinas, su madre le propuso probar en las pistas de la Fuente de la Niña. Acertó de lleno. “Me gustó desde el principio y sobre todo las vallas, quería ser vallista pero descubrí después el fondo”, recuerda.

Los estudios
A pesar de esa pasión por el atletismo lo que nunca ha dejado de lado la alcarreña son los estudios. Ahora, Ana Lozano es licenciada en Biología Evolutiva, una carrera que también le apasiona. “Mucha gente deja el atletismo o el deporte en general porque dicen que tienen que estudiar pero ambas cosas se pueden compaginar y de hecho es bueno tener ambas. Yo nunca lo dejé y siempre supe que lo prioritario eran los estudios.

 

Ana Lozano, con su entrenador, Javier Cañadillas.

Unos estudios que le llevaron a vivir durante un tiempo fuera de España con el programa Erasmus. “Quería estudiar fuera y vivir esa experiencia y encontré un master fuera de España, pero no quería dejar el atletismo. En ese momento el compromiso fue muy fuerte con el que era en ese momento mi nuevo entrenador, Javi Cañadillas –hoy sigue siendo su preparador– y en cada país que estuve busqué los recursos que me hacían faltan, los sitios donde entrenar, el  horario...en esos momentos duros confirmé que quería hacerlo y no lo dejé. Mi entrenador me animó mucho porque tenía planes de futuro para mí que luego se han cumplido. Fue  una etapa muy dura, pero valió la pena”, comenta y añade que “en esos dos años mejoré, viví experiencias inolvidables y regresé a España con la intención de lanzar un órdago al atletismo: me dedicaría solo a correr para ver de qué era capaz y saber de una vez si valía para ello”.        

Y llegó así el año 2017, tal vez el más importante de su carrera deportiva. Su decisión de dedicarse solo al atletismo se transformó en varias internacionalidades con la selección española, en el título de campeona de España absoluta de 5.000m al aire libre, en la presencia en dos campeonatos de Europa, otro del mundo...“Fue un gran año”, sentencia y descubre cuándo fue su mejor momento deportivo: “Fue el Mundial de Londres; no pasé a la final, pero hice mi mejor marca en 5.000. Es el campeonato más grande en el que he estado. Me sentí muy cerca de las mejores y también fue precioso ver cómo Guadalajara vivió esa carrera, con gente quedando en los bares para ver la prueba por televisión”.

Esos son recuerdos que sitúan a Ana Lozano ya entre los grandes de la historia del deporte de Guadalajara. Sin embargo, a esa historia aún le quedan muchas páginas por escribir, al menos, en el apartado de nuestra campeona. Dentro de tres años París llamará a los mejores deportistas del mundo con unos nuevos Juegos Olímpicos. “Para mí es muy motivante los Juegos Olímpicos. Tengo 30 años y en París aún estaré en edad de competir en pruebas de fondo. Tengo margen tanto de edad, de mejora y de distancia. Saber que  la cita llegará en tres años me motiva mucho porque me dio mucha pena ni siquiera poder luchar a estar en los de Tokio”, sueña la alcarreña.

 

Sus referentes: Carmen Valero, Francisco Aritmendi e Isabel Muñoz
¿Dígamos el nombre de un referente en el mundo del deporte femenino?

Sin duda, me quedo, en atletismo con Carmen Valero, que además tuve la suerte de conocerla. Es una de las personas más vitales y activas que conozco. La primera atleta española que acudió a unos Juegos Olímpicos (Montreal, 1976) y aún siendo fondista fue dos veces campeona del mundo de campo a través. Ha abierto paso en una etapa complicada para el deporte femenino. Ella hizo que muchas atletas fueran detrás.

¿Cree que existe desigualdad de género en el deporte?
El deporte es un reflejo de la sociedad y en la sociedad queda mucho por hacer por la igualdad de género. Mi deporte de cara al público es igualitario, pero cuando llega la parte privada, aún hay diferencia e incluso a la hora de premios y sobre todo a nivel mediático y a nivel de participación. 

¿Cómo se puede corregir esa desigualdad?
Faltan referentes porque muchas veces cuando se habla de los mejores deportistas casi siempre se habla de hombres. Queda mucho por hacer y es bueno animar a las niñas para que sigan en el deporte, que no lo dejen; hay que romper muchos estereotipos.

Si hiciésemos un ránking de deportistas históricos de Guadalajara, ¿quién tendría que estar en la cabeza?
Me quedo con dos. Por un lado Francisco Aritmendi que es el atletismo de Guadalajara y que hay que reinvindicarlo cada día y por otro, Isabel Muñoz, del club Quirón. Fue vallista en una época en la que casi se tenía que esconder para entrenar. A día de hoy saca adelante la escuela del Quirón y para mí es un referente en el deporte local por lo que ha hecho y por lo que hace.