Brihuega consigue reducir el nivel de nitratos y vuelve a declarar potable el agua

07/11/2016 - 15:42 D.Pizarro

Se han cortado dos manantiales que superaban los parámetros máximos.

El Ayuntamiento de Brihuega ha vuelto a declarar potable el agua del municipio. Así ha sido después de que los últimos análisis demostrasen que los niveles de nitratos se encuentran por debajo del parámetro máximo permitido de 50 miligramos por litro. “El agua vuelve a ser apta para el consumo humano (...), por tanto, puede ser utilizada para todos sus usos y, por supuesto, para consumo en boca”. Así se recoge en una nota informativa publicada recientemente por el equipo de Gobierno. 
    El concejal de Medio Ambiente, Jesús Recuero, explica que el municipio está abastecido por dos depósitos de agua potable. “Uno de ellos no está contaminado por nitratos, pero el otro, que es el de mayor tamaño, sí presentaba niveles preocupantes”. Éste se suministraba de tres manantiales. Por ello, el Ayuntamiento decidió realizar análisis individuales en cada uno para conocer el estado y obrar en consecuencia. “Uno de ellos estaba bien y dos mal, por lo que optamos por cortar las entradas de ambos, donde están las bombas, para que sigan su curso hacia el río, en lugar de hacia el depósito”, explica Recuero.
    Esto les ha obligado a llenar ese depósito afectado únicamente con el agua del manantial que está más cerca del pueblo. “No hay problemas porque llega agua suficiente”, señala el edil responsable. El problema llegará cuando este manantial, el de Fuencaliente, también presente niveles altos de nitratos. 
    
Con autorización
La solución es “complicada”, según Recuero, “dado que los agricultores siguen utilizando nitratos en sus tierras, dado que la administración se lo permite”. Por ello, se requeriría cambiar la normativa y buscar alternativas al uso de los tradicionales abonos. 
     La comarca de Brihuega fue declarada en 2003  Zona Vulnerable  a la contaminación del agua por nitrato, por parte de la Junta de Comunidades. Estas tierras son caliza, en lugar de silícea, lo que facilita la filtración de estos productos. Pero hay más lugares en la provincia que sufren este problema. “Otras zonas también rondan los límites permitidos, pero en nuestra comarca pedimos que se restrinja el uso de estos elementos que llegan a los manantiales”. 
    Pero este año la situación ha sido especialmente complicada por la lluvia. En 2015, las precipitaciones no fueron cuantiosas, por lo que el abono se deshizo y los nitratos se quedaron en la tierra. Este 2016, sin embargo, durante la segunda quincena de marzo y los meses de abril y mayo cayeron en Brihuega 250 litros por metro cuadrado. Esto hizo que ese nitrato acumulado de años se terminase de filtrar a los manantiales que abastecen a esta comarca
    De cualquier forma, Recuero transmite “tranquilidad” a la población. “Ya pueden beber agua dado que estamos en niveles por debajo de los máximos”. Eso no quita se muestre su preocupación por lo que sucederá dentro de 10 años. “Si todo sigue así, será muy complicado abastecerse con este agua”.