Campus: el sueño (cumplido) de una noche de verano
Y qué ventajas puede acarrear que el campus de la ciudad de Guadalajara se encuentre en un lugar tan céntrico? Pues vida, vida y vida.
El sueño de una noche de verano. Una muy calurosa. En medio de una ola de calor, precisamente. Ese sueño, de repente, se convierte en realidad. Y todos los obstáculos y sufrimientos vividos quedan en nada. Así es como ha de sentirse la ciudad de Guadalajara después de que, por fin, los terrenos y edificios del antiguo colegio de Las Cristinas vayan a pasar a manos de la Universidad de Alcalá. Ahí es donde los jóvenes guadalajareños, dentro de unos años, podrán estudiar sus carreras universitarias, siempre que esas titulaciones se encuentren dentro del catálogo de la universidad mencionada. ¿Y qué ventajas puede acarrear que el campus de la ciudad de Guadalajara se encuentre en un lugar tan céntrico? Pues vida, vida y vida. Porque la juventud es sinónimo de vida, de movimiento, de inquietudes, de ganas de hacer y, sobre todo, de ganas de cambiar las cosas. Por y para ellos se ha pensado un campus que avanza a paso firme hacia su realidad. Otras muchas ciudades han cambiado radicalmente desde que los universitarios se han apoderado –en el buen sentido de la palabra– de sus calles más céntricas. El ir y venir de mochilas, carpetas, estudios en los jardines, cafés para matar el sueño o tilas para calmar los nervios... todo ello transforma una ciudad, aunque haya que estar muy atento para darse cuenta de ello. Y todo sin olvidar que la educación es cultura y futuro. La formación, sea universitaria o de cualquier otra clase, forma –valga la redundancia– una sociedad comprometida con los suyos. Así que no queda más que aplaudir lo bien avenidos que están las instituciones públicas y educativas para dar el pistoletazo de salida a una carrera, la del campus de Guadalajara, cuyas obras serán pronto una realidad. Ahora sólo queda que a ese sueño cumplido vengan otros, como mejores transportes públicos interurbanos tanto por autobús como por ferrocarril. Porque son muchos los problemas que sufren los guadalajareños que cogen diariamente su autobús a Madrid, o viceversa. Y dado que ese transporte será el elegido por gran parte de los futuros alumnos del campus, qué mejor que aprovechar esta oportunidad para dotar al servicio de dignidad.