Día de la Mujer Rural
La mujer es en cada hogar la verdadera cabeza de familia, la persona que pendiente del bienestar de sus hijos y mayores decide en qué lugar residir.
La celebración esta semana del Día Internacional de la Mujer Rural es ocasión para la reflexión sobre dos aspectos tan importantes como la lucha contra la despoblación de nuestros pueblos, especialmente acentuada en gran parte de la provincia y el avance en la igualdad entre mujeres y hombres en los pequeños núcleos donde las mujeres tienen todavía más dificultades en su día a día por ser más complicado acceder a los servicios o recursos con que cuentan en las ciudades como centros de la mujer, casas de acogida o diferentes servicios de asesoramiento o ayuda. La mujer es en cada hogar la verdadera cabeza de familia, la persona que pendiente del bienestar de sus hijos y mayores decide en qué lugar residir. Aunque su preferencia sea quedarse en una pequeña localidad si no hay oferta educativa o formativa para sus descendientes, o asistencial para sus padres, o no pueden trabajar desde casa por falta de tecnología, o sea tedioso el transporte para los estudios, las compras, las necesidades médicas, el ocio… terminará por decidir que es más ventajoso residir en la ciudad y el varón que normalmente confía las decisiones sobre la familia y el hogar al buen criterio de la mujer secundará lo que ésta determine. Para que la mujer quiera quedarse en un pueblo tiene que estar a gusto por tener servicios y oportunidades, ella y el resto de los integrantes de la casa y si no es así se marchará. Las administraciones con competencias en materia de Sanidad, Educación y Transporte tienen gran parte de la responsabilidad en esta resolución de las deficiencias. Igualmente se debe respaldar a la mujer emprendedora o que busca su empleabilidad en los pueblos, a través de la orientación en sus ideas de negocio, la formación, el empujón económico que precisan para abrirse camino. Vivir en un pueblo tiene inconvenientes como menos alternativas de ocio, desplazamientos para pruebas médicas o determinados niveles de estudio, pero también ventajas como menos estrés por estar más cerca del trabajo, más tranquilidad o una vida más saludable. Son dos opciones de vida por las que ha de inclinarse cada cual en función de sus prioridades y preferencias, igualmente legítimas y defendibles, lo que no debemos permitir como sociedad es que nadie se vea abocado por falta de medios a irse al medio urbano.