Eclosión folklórica

06/02/2022 - 12:20 Pedro Villaverde Embid

Es una manifestación más de la riqueza de una provincia con mil encantos que centra ahora su apuesta en el reconocimiento de las botargas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Después del paloteo en la fiesta del Santo Niño Perdido en Valdenuño y San Vicente en Sigüenza, llega con el mes de febrero una verdadera explosión folklórica en numerosos pueblos de la provincia con motivo de varias festividades que se concentran en pocos días. Candelaria, San Blas y Santa Águeda llenan de colorido y alegría las calles de nuestras localidades rescatando la tradición, la historia, animando a los vecinos en los días más fríos y duros del invierno, actuando de reclamo al turismo, generando actividad económica, convirtiendo a la cultura popular en instrumento de lucha contra la despoblación.

  Es una manifestación más de la riqueza de una provincia con mil encantos que centra ahora su apuesta en el reconocimiento de las botargas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Diputación y Junta de Comunidades apoyarán, junto a otras autonomías, la candidatura ante la UNESCO. De momento las de Guadalajara, el expediente está incoado, se convertirán en Bien de Interés Cultural, en la categoría de Bien Inmaterial. La página web de turismo de la institución provincial nos muestra un mapa de geolocalización y las fechas de celebración de las 24 botargas, de 31 municipios, que integran la llamada ‘Ruta de las Botargas’. Una ocasión para disfrutar de estas grotescas figuras será en el desfile de carnaval de Guadalajara si la pandemia lo permite. También podemos acercarnos al conocimiento de su tipología tanto en el Museo Provincial de Guadalajara como en la Posada del Cordón de Atienza y el Centro de Interpretación del Turismo de Guadalajara (CITUG), en Torija, amén de con la lectura de libros de cronistas oficiales y  etnólogos de la provincia como nuestro añorado López de los Mozos o José Antonio Alonso. 

  Respecto a las águedas, que este año se celebrarán con alcaldesa mayor, pero sin alcaldesas de honor de renombre  para evitar aglomeraciones, cabe resaltar que se convierte también en ocasión para recordar la obligada perseverancia en el objetivo de conseguir esa justa igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad.