Estimado don Íñigo de Arteaga y Martín
Construir una vivienda particular no parece la inversión más necesaria y urgente para el Palacio.
Cumple usted 76 años y desde Guadalajara queremos felicitarle. Duque del Infantado, Marqués de Santillana, Conde del Real de Manzanares y Grande de España, la historia de su familia está vinculada a esta ciudad y a nuestro edificio más emblemático: el Palacio del Infantado.
En los últimos meses las vecinas y vecinos de Guadalajara nos hemos enterado que anda usted buscando casa en Guadalajara, que está intentando incluso que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le construya un dúplex en el torreón del Palacio. Aunque le conocemos poco, el proyecto, las dimensiones y el coste de su nueva casa, ha despertado mucho interés en la ciudad. Para serle sinceros, a estas alturas de la vida y en pleno siglo XXI, la noticia nos ha dejado boquiabiertos.
Quizás usted no lo sepa pero al Palacio del Infantado le tenemos los alcarreños mucho aprecio. Bombardeado y abandonado durante tantos años, solo se reconstruyó tras la cesión que firmó su padre y el Ayuntamiento de Guadalajara. Gracias a esa inversión del Ministerio de Educación se convirtió en el centro cultural de la ciudad, sede desde los años setenta de la Biblioteca, el Archivo y el Museo. Las personas que vivimos aquí hemos utilizado y disfrutado de este edificio de muchas maneras: tardes de estudio, visitas a exposiciones, sesiones de cine, consultas e investigaciones de todo tipo y hasta la foto de los recién casados, que felices posan en este espacio de la ciudad al que nos sentimos tan vinculados.
Después de las ruinas llegó la cultura y se hizo posible el disfrute de edificio por todos los vecinos y vecinas. Así ha sido durante los últimos cuarenta años. Y así seguimos, dentro de unas semanas en el Patio de los Leones podremos escuchar de nuevo los versos del Tenorio Mendocino, doña Inés sentada en el sofá y don Juan engatusando sus oídos.
A lo largo del verano la música ha llenado los jardines del palacio, en las ferias y fiestas el teatro para los más mayores y los hinchables para los niños. Una vez al año toda la ciudad se reúne en el Palacio para contarse cuentos sin parar, durante tres días y dos noches. Exposiciones, conferencias, visitas guiadas, festivales, muestras de fotografía, títeres y hasta encuentros de encajeras de bolillos. Todo eso cabe en nuestro Palacio, que también es el suyo.
Esto último tómelo en su justa medida. Hace unos años, en 2009, ya pidió usted la reversión de la propiedad y una sentencia judicial le dijo que no. Le reconoció su uso ocasional como dice la escritura de cesión, pero de ahí a gastarnos más de medio millón de euros en un dúplex va una barbaridad.
Construir una vivienda particular no parece la inversión más necesaria y urgente para el Palacio. El edificio lleva años esperando solucionar sus graves problemas con las humedades, la adecuación de sus instalaciones y la mejora del Museo, que a pesar de ser el más antiguo de España, no le llega nunca el momento de crecer y modernizarse.
Entenderá usted que una casa no le podemos regalar, que no están las economías ni las administraciones para estos dispendios, pero si le invitamos gustosos a disfrutar del Palacio, ocasional y permanentemente. Son muchas y muy variadas las oportunidades: una visita a la exposición permanente del Museo, el Tenorio Mendocino, cada exposición temporal que se inaugura, la programación veraniega en los Jardines, el Maratón de Cuentos, las charlas y conferencias...Elija, nos encantará verle, a usted y a su familia, por Guadalajara. Ya sabe usted que los castellanos somos gente de gesto parco pero naturaleza acogedora.
Deseándole que haya tenido un muy feliz cumpleaños se despide atentamente.