La seguridad
Los sucesos se multiplican en estas últimas semanas, principalmente referidos a robos.
Los datos estadísticos revelan que las infracciones penales disminuyen cada año en comparación con el anterior, gracias, especialmente, al trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La labores de prevención, de coordinación, los éxitos de muchas operaciones y la rápida respuesta ante un suceso, beneficiada en muchas ocasiones por la colaboración ciudadana, hacen que las cifras, que son datos objetivos en función de las actuaciones, mejoren, lo que ya de por sí es difícil cuando la secuencia es a la baja. Guadalajara es una provincia tranquila lo que no quiere decir que no haya delincuencia y en determinadas ocasiones alarma social por la proliferación de hechos delictivos en un corto periodo de tiempo o en una misma zona por la acción de una banda especializada. Son oleadas puntuales que generan miedo, inseguridad, frustración y rabia. Es precisamente la situación actual. Los sucesos se multiplican en estas últimas semanas, principalmente referidos a robos. En la comarca de Molina y en la serranía, coincidiendo en algunos lugares con averías en las líneas de teléfono que incomunicaban los pueblos, han sufrido asaltos en viviendas y también se ha denunciado la misma situación en una urbanización de Torrejón. Los lugares más pequeños o alejados precisan de una presencia efectiva de la Guardia Civil y para ello es necesario un aumento en el número de agentes y la conservación e incluso recuperación de los cuarteles. Lo contrario es dejar a los vecinos a merced de los delincuentes y condenar al abandono a estos pueblos. En una provincia como la nuestra debemos reivindicar la importancia de la función de la Benemérita que resulta vital y exigir la planificación de los dispositivos precisos para garantizar la vigilancia y retraer a los ladrones. La presencia de los Cuerpos de Seguridad se hace igualmente imprescindible en las urbanizaciones y en los propios barrios de la capital donde en el último mes ha habido demasiados trasteros de comunidades con cerraduras reventadas e incluso han sido abiertos algunos coches, produciéndose además actos de vandalismo como la quema de contenedores. Muchos de estos sucesos los causan personas con antecedentes lo que también nos lleva a reclamar un cambio en las leyes para castigar con mayor dureza la reincidencia y mayores penas los delitos contra la propiedad. No debemos bajar la guardia contra la delincuencia sin caer en alarmismos.