Las Fuerzas Armadas en Guadalajara

El mayor acontecimiento de la historia de Guadalajara en las últimas décadas. Así se ha referido el alcalde, Antonio Román, al desfile de las Fuerzas Armadas, que presidido por los reyes y las más altas autoridades del país, traerá a las calles Camilo José Cela y Salvador Embid, 1,3 kilómetros en total de recorrido, a 2.500 militares y guardias civiles, 160 unidades móviles, entre las que se podrán ver carros de combate,  la Brigada Paracaidista y 63 aeronaves, con cazas, helicópteros, aviones contraincendios y el A400 M. Tal vez sea exagerada la aseveración del  primer edil pero la verdad es que si echamos la vista atrás en el tiempo no somos capaces de encontrar un evento de tal nivel en Guadalajara que será el punto de atención de todo el país, a través de los medios de comunicación, el 27 de mayo. Es en primer lugar de justicia agradecer la celebración de un acto de tal envergadura y prestigio, que supone un honor para la ciudad, a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, presidenta durante cuatro años de la región y de quien ha salido la iniciativa de llevar el tradicional desfile fuera de Madrid. También hay que resaltar el trabajo que desde el día en que supo la noticia ha realizado el Ayuntamiento para garantizar el éxito total, buscando, en primer lugar el emplazamiento ideal para su realización y colaborando después en la minuciosa y cuidada organización con multiplicidad de pequeños detalles y observaciones de todo tipo que serán los que finalmente harán grande esta cita. El trabajo, además de los responsables políticos, se extiende a los funcionarios que a lo largo de este fin de semana abrirán la Oficina de Información y Registro para que dos mil vecinos puedan asistir sentados en alguna de las nueve tribunas que se instalarán en el itinerario de la comitiva. También en la calle Mayor se habilitará un espacio para informar de las peculiaridades de la jornada como los cortes de tráfico en varias calles y los servicios especiales de autobuses. Tenemos los mimbres para el mejor cesto y Guadalajara lo merece. Además el tiempo, parece, acompañará.