Las labor de los grupos de desarrollo rural
El miércoles fueron doce proyectos privados, y uno público, los que recibieron casi 1,6 millones de euros de ayudas Leader del Gobierno regional, a través, en este caso, de la Federación de Asociaciones para el Desarrollo Territorial del Tajo-Tajuña (FADETA).
En tiempos de despoblación son necesarios instrumentos de vertebración territorial, de impulso a quienes apuestan por un modelo de negocio en cualquier pueblo para prestar allí un servicio u ofrecer un producto, que en muchos casos, además, conlleva fijar la residencia habitual y desarrollar en la zona su proyecto de vida. Y una de las herramientas mejor diseñadas para cumplir con el objetivo último de generar actividad en el mundo rural y fijar población son los Grupos de Desarrollo Rural que tienen experiencia, trabajan a pie de campo, conocen las características del lugar y saben gestionar un dinero clave para el inicio o ampliación de una empresa. El miércoles fueron doce proyectos privados, y uno público, los que recibieron casi 1,6 millones de euros de ayudas Leader del Gobierno regional, a través, en este caso, de la Federación de Asociaciones para el Desarrollo Territorial del Tajo-Tajuña (FADETA). La semana que viene tocará el turno a la Asociación para el Desarrollo de la Alcarria y la Campiña (ADAC) y en otros momentos, pasados o futuros, lo fue y será de la Asociación para el Desarrollo Rural de la Alcarria Sur (ADASUR), la Asociación para el Desarrollo Rural de la Sierra Norte de Guadalajara (ADEL-Sierra Norte) y la Asociación de Desarrollo Rural Molina de Aragón-Alto Tajo. Ellos son los cinco grupos que cohesionan la provincia de Guadalajara (29 hay en la región), que convierten los sueños de los emprendedores en realidad, también gracias a su asesoramiento y formación. Cada semana en Nueva Alcarria conocemos uno de estos proyectos, de ámbitos muy diversos, lo que permite diversificar la economía del entorno más allá del sector agrícola, ganadero o agroalimentario, a través de una serie de reportajes dedicados a poner rostro a los números, cifras que hablan, nada menos, que de 4.500 proyectos de inversiones en pueblos de la región ya en marcha o de 50,5 millones de euros a disposición de los grupos de desarrollo de Castilla-La Mancha en 2021 y 2022 para afrontar la situación generada por el COVID-19. Son ayudas muy importantes, fundamentales, para invertir en la provincia, que en bastantes ocasiones, tal vez, no sean lo suficientemente conocidas por los emprendedores.