Los presupuestos regionales, a análisis

A la vez que nuestra mente y espíritu mantenían su atención en las distracciones propias del verano, algo importante se cocía en la región. Las reuniones seguían en pleno mes de agosto para alcanzar un acuerdo que permitiese la aprobación de los Presupuestos de 2017, allanando las cuentas del siguiente ejercicio. El 1 de septiembre se superaba el trámite parlamentario. Castilla-La Mancha empieza el curso político con el instrumento que le permitirá avanzar en las políticas de recuperación económica y social previstas. García Page ha demostrado capacidad de diálogo y cintura política para lograr un difícil acuerdo y desbloquear una situación enquistada que obligaba a continuar con unos presupuestos prorrogados que ya no se ajustaban a la mejor situación económica de la región ni a las necesidades de los ciudadanos, eje sobre el que giran las prioridades de este Gobierno regional. Nueva Alcarria ha querido este viernes dar a conocer a sus lectores las cifras y objetivos de estos números que buscan reactivar la economía y el empleo así como la recuperación de los derechos que se fueron perdiendo a causa de la crisis económica de los últimos tiempos. Así observamos que se avanzará en las obras del Hospital de Guadalajara y de los centros de salud de Azuqueca y Cifuentes; se aumentará la inversión en infraestructuras educativas- nuestra ciudad espera avanzar en la construcción del campus-, así como en  depuradoras, carreteras y transportes, renovando la concesión zonal al Señorío de Molina. Habrá más inversión empresarial y política social para favorecer la dependencia y ayudar al pago del alquiler o los recibos energéticos. Más proyectos, más inversiones, más sensibilidad y al tiempo de manera financieramente sostenible, teniendo en cuenta los objetivos del déficit y la deuda. Frente a quienes, por otra parte,recelan de la entrada en el Consejo de Gobierno de Podemos, García Page responde sin titubeos con su apuesta por los valores constitucionales y democráticos frente al desafío catalán. Es un hombre de Estado.