Mes festivo

10/12/2016 - 19:43 Pedro Villaverde Martínez

No es verano sino invierno lo que se nos viene encima. Diciembre es un mes festivo por excelencia y con las fiestas más entrañables del año. Se celebra la venida del Niño Dios a la tierra y con ella la salvación... La fiesta pagana como celebrar el final de año y comienzo del siguiente.... suele ser un acontecimiento muy especial. La llegada de un Año Nuevo lo consideramos como un empezar a vivir tiempos mejores. Se hacen treguas de paz donde hay guerras y el amor fraterno y humano parecen darse la mano en toda la Tierra...Luego suele pasar que  tras la tregua viene de nuevo la guerra y los malestares y sólo la esperanza suele llevar  a que los días transcurran con cierta alegría. Cada cual seguro que opina distinto sobre todo esto pero bueno es que en estas fechas se hagan treguas donde hay guerras y se tenga esperanza en que  se renuevan los deseos de su prolongación para el bienestar de todos. Eso está bien pero no olvidemos que un día poco es  aunque lo bueno está en el compromiso de seguir unidos en pro de un bienestar superior para todos. En cuanto a las vacaciones o días sin trabajar casi nunca llueve a gusto de todos...pero todos coinciden en que son necesarios y además hacer altos en la rutina del trabajo siempre agradables. Y ya que ha salido el trabajo mostremos el deseo de que éste no falte, pues el paro es una de las lacras que suele estar siempre presente o amenazante. Nuestro país...como otros muchos, padece este mal y su remedio hay que buscarlo a diario. Ahora estamos metidos en eso del bien gobernarnos y esperamos que todos seamos capaces de estar a la altura que las circunstancias requieren y hasta exigen. Parece que el gobierno de los pueblos sea cuestión muy compleja porque todos queremos más y no nos conformarnos con casi nada, aunque es bueno que los gobernados exijan a los gobernantes que lo hagan bien. Quizá como prometen...aunque no sea lo mismo predicar que dar trigo. No sabemos qué pasa que muchas veces empezamos con los mejores deseos y esperanzas y terminamos criticando a quienes pensamos que tienen la obligación de lograrlas. Cierto que no es oro todo lo que reluce pero el deseo está por encima de la realidad. Disfrutemos, pues,de las fiestas y que las cosas vayan a mejor.