Multitudinarias fiestas de la capital
El ambiente de este año ha sido espectacular. Han sido fiestas de muchos abrazos, reencuentros, sonrisas, alegría y buen talante. Han gustado.
El Pobre de Mí puso anoche fin a unas muy esperadas fiestas en la capital provincial, históricas después de dos años sin celebración y con un nuevo modelo que ha llevado a peñas y ferial al centro urbano. Había mucha ilusión, incertidumbre, expectación y el resultado ha sido un gran éxito por varios factores. El primero, fundamental, el tiempo, que ha acompañado, excepto en algunos momentos como la mañana del jueves o unas horas al mediodía del martes cuando la lluvia obligó a aplazar la paella y suspender alguna actividad. El segundo, vital, la ausencia de incidentes de gravedad pese a la multitud congregada y las largas noches de juerga. Tampoco en los balances de los encierros taurinos ni en los toros de fuego ha habido que lamentar heridos de consideración. Todo ha sido leve. Tercero, y principal, por la masiva participación de la ciudadanía tanto en los actos programados como por las ferias, calles, plazas y peñas que han recibido más demanda que nunca de personas que querían inscribirse en ellas viéndose obligadas a poner freno a su aforo. El ambiente de este año ha sido espectacular. Han sido fiestas de muchos abrazos, reencuentros, sonrisas, alegría y buen talante. Han gustado. Los conciertos, gratuitos, han entusiasmado, la plaza de toros ha registrado buenas entradas con puertas grandes y faenas de gran nivel, la programación se ha desarrollado conforme a lo previsto, a excepción de las salvedades mencionadas. Juntar a las peñas ha sido un acierto y los emplazamientos han gustado, en general, aunque en este tema haya opiniones para todos los gustos. En la parte negativa alguna denuncia por pinchazos, comportamientos incívicos de unos pocos y el caos del último encierro por el cambio del ganado. En general podemos calificar de multitudinaria esta Semana Grande constatando el agrado con que los vecinos- y visitantes- han recibido el nuevo concepto de la fiesta.