Un paso más hacia el Campus

Las cosas de palacio van despacio, asevera un dicho popular no exento, como todos o casi, de mucha razón. Cuesta demasiado tiempo conseguir algún avance en materias de gran relevancia para el futuro de una ciudad como es la construcción de un campus universitario que implica, más allá del prestigio y el servicio docente, un gran impulso al crecimiento económico. La responsabilidad es de todas las administraciones implicadas que anteponen su rédito político, su estrechez de miras, su interés particular al general de los ciudadanos y que siempre tienen entre sus argumentos un abanico de reproches, de razones más o menos fundamentadas para culpar al adversario político de la situación y así los temas se demoran durante años en perjuicio y hartazgo de los administrados que solo quieren realidades, hechos, gestión. El campus es un ejemplo de este virus generalizado. Esta semana, y es motivo de alegría, o al menos esperanza, se ha dado un paso más hacia la aprobación del convenio que permitirá adquirir los terrenos donde se construirá la infraestructura. La Junta de Comunidades ha dado luz verde, a su parte, y ahora falta que los demás hagan lo propio para no demorar más la firma y seguir con el proceso que haga el proyecto realidad y convierta a Guadalajara en un lugar de referencia universitaria. Todavía estamos a tiempo de ver cumplida la promesa del presidente regional que al principio de la legislatura afirmaba que antes de su final, que será el próximo mes de mayo, se empezarían a construir las nuevas dependencias. El pasado mes de febrero firmaba con la Universidad  el contrato-programa que acuerda la financiación, los plazos y las titulaciones, pendiente sólo de la efectiva cesión de los terrenos que dan un paso adelante. Instamos a la celeridad a todas las partes protagonistas para ver antes del término de este curso, que está ya a punto de iniciarse, la esperada foto de la primera piedra de un ilusionante sueño que mejorará la vida de las generaciones que nos sigan. No nos importará quién tenga más mérito, sólo que se haga y construyamos una Guadalajara mejor que la que nos encontramos, que debe ser el reto de cada época.