A dos ruedas

La recuperación de la finca de Solanillos, por parte de Fundación Rayet, o la colocación de 11 hitos artísticos en el pinar incendiado, uno en cada pueblo afectado, no son más que algunas de las iniciativas que buscan hacer renacer una esperanza de futuro en la zona a través de la recuperación medioambiental, social y económica de la comarca. Con esa filosofía, la de la esperanza que renace al ver cómo poco a poco se va regenerando el monte, se celebraba ayer la II Ruta Cicloturista que durante tres días se dedicará a recorrer los caminos que unen los pueblos afectados por el incendio. Además de ser una forma diferente de conocer la provincia, la ruta se convierte en un modo de comprobar, in situ, las hectáreas de monte quemado y ver cómo ha ido evolucionando la recuperación vegetal. Pero más allá de lo que supone recorrer, desde otra perspectiva, una buena parte de la provincia, tres días en bicicleta dan para mucho. Especialmente para ahondar en el hermanamiento de las poblaciones afectadas por el incendio. De hecho, muchos de los participantes son de Ablanque, Riba de Saelices, Villarejo de Medina, Santa María del Espino, Luzón, Ciruelos, Mazarete, Tobillos, Cobeta, Selas o Anquela. Un bosque quemado se ha convertido en el nexo de unión de unos pueblos que, a pesar de la desgracia, han visto resurgir el espíritu luchador entre sus vecinos que les ha llevado a no cejar en su empeño de pedir que se realicen inversiones para dotar de infraestructuras y servicios a los pueblos afectados, en particular, y la comarca en general, y que así se mejore la calidad de vida de sus habitantes y se permita una progresiva recuperación económica y social de la zona. Algo que, aunque no lo parezca, también se puede hacer subido a dos ruedas.