A echar la partida

01/08/2022 - 19:13 Antonio Yagüe

La tercera edición de Ajedrez con Tractores se presenta el próximo 20 de agosto en Hinojosa con más fuerza y apoyo que nunca tras el parón obligado por la peste coronavírica.

La tercera edición de Ajedrez con Tractores se presenta el próximo 20 de agosto en Hinojosa con más fuerza y apoyo que nunca tras el parón obligado por la peste coronavírica. Cuenta con un éxito mediático inesperado, seguramente merecido por su originalidad (las fichas son 30 tractores y dos cosechadoras en un tablero-finca de 25.000 metros cuadrados) y como moderno distintivo de una comarca activa, reacia al olvido de la ancestral cultura agrícola, y a vaciarse de iniciativas.

Mayores y niños han invadido las redes en una especie de Fuenteovejuna digital bajo la etiqueta o`hashtag’: “¿Dónde vas?#A echar la partida”. Pero esta singular competición, que ha puesto al pueblo en el mapa mundial, requiere de apoyo social y sobre todo económico de ayuntamientos e instituciones mayores, empresas, y asociaciones de amigos y profesionales. Un pueblo, de apenas 25 habitantes en invierno, que cuenta con un renovado pero humilde bar, necesita de infraestructura para acoger a dos millares de personas, sensibles al medio rural y al futuro de nuestra zona, que acudirán a Hinojosa.

Carlos Malo, coordinador e impulsor de esta gran fiesta propone que en adelante sea itinerante y común, “como lo es nuestra cultura, fruto de la sabiduría popular de siglos, y la hermandad en faenas cotidianas”. Sería ideal y razonable -agrega- que el torneo sea acogido en años sucesivos en el centenar largo de pueblos de las históricas Sexmas del Señorío-Alto Tajo: desde Orea, Checa o Alustante hasta Villel de Mesa, pasando por Tortuera, Cillas, Rueda, Pardos, Establés, Milmarcos o Maranchón.

En tiempos en que se repiten las tractoradas en protesta por la subida de los costes de producción que amenazan la agricultura actual, llama la atención esta lúdico-festiva. Con alegría, hospitalidad y la posibilidad de aprender y fardar por haber contemplado la partida de ajedrez más grande del mundo. Una ‘tractoajedrezada’ sin parangón, fanfarrona, como dicen por estos pagos.