A quien madruga...

A quien le guste madrugar y decida pasearse por las inmediaciones podrá ser testigo de la cola de gente aguardando turno. Y es que tal es el éxito de algunos de estos cursos, especialmente el de Monitor de actividades juveniles, el de Fotografía digital, e incluso el de Alimentación y nutrición, que las plazas se cubren en el mismo día por los más espabilados que estén dispuestos a no perderse la apertura de puertas, a primera hora de la mañana, del Centro Joven. Y es que, como bien dice el refrán, a quien madruga, Dios le ayuda, en este caso a la obtención de una de las 20 plazas, en el mejor de los casos, en los cursos más demandados. No obstante, para los menos agraciados siempre les quedarán las largas listas de espera a las que pueden apuntarse si alguien renuncia a su plaza y, por tanto, al derecho que le otorga el haber acudido con las legañas aún en los ojos. Si no, para la próxima habrá que apelar a la suerte, pero en caso de que no acompañe, ya sabremos que habrá que madrugar.