Agentes educadores

28/11/2020 - 11:25 Pedro Villaverde Martínez

Hace falta casi constantemente ese pacto educativo tan deseado como necesario entre los diversos agentes intervinientes y aquí estamos con otra nueva ley que genera enfrentamiento y división.

Educar no es sólo instruir, aunque ya  Herbert dijera aquello de que no hay educación que no instruya ni instrucción que no eduque. Pero instrucción es en pocas palabras adquirir conocimientos, mientras que educación vendría a ser adquirir comportamientos o modos de ser. De ahí que convendría una buena educación para mejor absorber esos conocimientos. Todos estamos de acuerdo en que hay que recibir conocimientos y que son muchos y muy diversos, unos más comunes, otros más específicos según los campos en los que se vayan a ejercer los trabajos. Pero hoy, con una nueva ley de Educación en marcha, sin consenso, con polémica y protestas en las calles, queremos hablar, sin entrar en su contenido, de los agentes más importantes que participan en este más que complejo proceso. El primer agente educativo o educador para el niño ha de ser la familia, los padres. A ellos corresponde la obligación y les asiste el derecho. Después vendrán los profesores como personas a los que se les encarga tan importante tarea. Y por último la sociedad representada en los poderes públicos. Sin una buena sinergia entre todos ellos el sistema cojeará, y esto es lo que venimos observando. Las estadísticas vendrán después y nos colocarán muy atrás en ellas respecto de otras naciones. 

La educación depende a su vez de muchos factores, unos del propio educando y otros de los distintos educadores. La sociedad va cambiando y debe  tenerse en cuenta para obtener la educación que necesitamos. Los profesores son fruto de esa sociedad. El alumno, también de sus familias. Los dirigentes no siempre aciertan en sus medidas para que este complejo de factores trabaje en esa buena sinergia. Muchas veces hemos dicho que no es bueno que cada gobierno de turno cambie las leyes…Hace falta casi constantemente ese pacto educativo tan deseado como necesario entre los diversos agentes intervinientes y aquí estamos con otra nueva ley que genera enfrentamiento y división. Si no se logra que cada factor descrito contribuya conjuntamente con los demás, difícilmente saldremos de ese clima de crispación.