Aguirre, paracaidista
01/10/2010 - 09:45
EL COMENTARIO
C.SANZ ESTABLÉS - Periodista
A raíz de la inclusión del candidato popular Ramón Aguirre como número dos al Congreso por Guadalajara, se ha suscitado una interesante confrontación semántica sobre la condición de cunero o paracaidista de este hombre, consejero delegado de Metro Madrid ahora, exdiputado por alguna provincia de Extremadura por varios años y a partir de marzo, si los electores así lo deciden, diputado en Cortes por nuestra provincia por decisión de María Dolores de Cospedal con el beneplácito sobreentendido de Mariano Rajoy.
El propio candidato ha zanjado, con rotundidad, el debate autocalificándose de paracaidista y no de cunero.
Según la Real Academia, en una única acepción aplicable al caso, cunero se refiere a un candidato o diputado a Cortes que es extraño al distrito (provincia) y patrocinado por el Gobierno (en este caso el gobierno de la oposición). Esta aplicación data de muy atrás y podría definir perfectamente la condición del candidato Aguirre, pero parece que no le ha gustado mucho porque modernamente para el común de los mortales un cunero es alguien desconocido en una provincia, por la que sale diputado o senador y de la que se olvida por cuatro años hasta la siguiente convocatoria electoral. Es decir, Luis Fraga. Por eso, Aguirre dice sentirse, en realidad, paracaidista.
Ha dicho que él viene a hacerse con los mandos aquí, a merecerse el puesto, a conquistar el territorio y claro, visto así, lo correcto es, en verdad, que se autodenomine paracaidista. Según el mismo diccionario de la Real Académica, el término paracaidista tiene comúnmente muchas acepciones, el tiempo dirá si todas o algunas válidas para Ramón Aguirre. Puede ser un soldado perfectamente adiestrado que desciende con paracaídas, siguiendo instrucciones, en su caso, de la comandante De Cospedal para conquistar el territorio; para que tenga éxito en la operación, tendrá que ser una persona diestra en el manejo de paracaídas, definición también correcta para la Academia; más aún, coloquialmente en países latinoamericanos es la persona que se presenta en un lugar sin haber sido invitada, o sin ser citada, cosa que también aquí ha ocurrido, pues parece evidente que los del lugar no le han invitado; en Honduras y Uruguay se dice de aquellos que tienen un empleo o cargo retribuido que ocasiona poco o ningún trabajo (mejor, amigo lector, dejar estas valoraciones para dentro de cuatro años); y, por fin, en Nicaragua se usa para definir a las personas que se afincan en un terreno ajeno; Guadalajara lo es, por ahora, para Ramón Aguirre.
Total, que si lo de cunero no va con el candidato número dos del PP por la provincia de Guadalajara, a día de hoy podría encajarle perfectamente el término paracaidista. Ahora está por ver si realmente conquista el territorio y se hace querer en su defensa o bien huye despavorido nada más tocar tierra hasta que sea enviado a una nueva misión, dentro de cuatro años, en este o en otro territorio. Veremos.
Según la Real Academia, en una única acepción aplicable al caso, cunero se refiere a un candidato o diputado a Cortes que es extraño al distrito (provincia) y patrocinado por el Gobierno (en este caso el gobierno de la oposición). Esta aplicación data de muy atrás y podría definir perfectamente la condición del candidato Aguirre, pero parece que no le ha gustado mucho porque modernamente para el común de los mortales un cunero es alguien desconocido en una provincia, por la que sale diputado o senador y de la que se olvida por cuatro años hasta la siguiente convocatoria electoral. Es decir, Luis Fraga. Por eso, Aguirre dice sentirse, en realidad, paracaidista.
Ha dicho que él viene a hacerse con los mandos aquí, a merecerse el puesto, a conquistar el territorio y claro, visto así, lo correcto es, en verdad, que se autodenomine paracaidista. Según el mismo diccionario de la Real Académica, el término paracaidista tiene comúnmente muchas acepciones, el tiempo dirá si todas o algunas válidas para Ramón Aguirre. Puede ser un soldado perfectamente adiestrado que desciende con paracaídas, siguiendo instrucciones, en su caso, de la comandante De Cospedal para conquistar el territorio; para que tenga éxito en la operación, tendrá que ser una persona diestra en el manejo de paracaídas, definición también correcta para la Academia; más aún, coloquialmente en países latinoamericanos es la persona que se presenta en un lugar sin haber sido invitada, o sin ser citada, cosa que también aquí ha ocurrido, pues parece evidente que los del lugar no le han invitado; en Honduras y Uruguay se dice de aquellos que tienen un empleo o cargo retribuido que ocasiona poco o ningún trabajo (mejor, amigo lector, dejar estas valoraciones para dentro de cuatro años); y, por fin, en Nicaragua se usa para definir a las personas que se afincan en un terreno ajeno; Guadalajara lo es, por ahora, para Ramón Aguirre.
Total, que si lo de cunero no va con el candidato número dos del PP por la provincia de Guadalajara, a día de hoy podría encajarle perfectamente el término paracaidista. Ahora está por ver si realmente conquista el territorio y se hace querer en su defensa o bien huye despavorido nada más tocar tierra hasta que sea enviado a una nueva misión, dentro de cuatro años, en este o en otro territorio. Veremos.