Ahorrar en tiempos de crisis

El descenso en el consumo de actividades de ocio y la disminución en la adquisición de ciertos bienes, como los automóviles, han sido las primeras muestras de que los bolsillos se resienten, algo que ya se aprecia hasta en lo más básico: la cesta de la compra. Ante esta coyuntura, los alcarreños echan mano de la imaginación y la cordura y con una serie de claves intentan que la inflación o la subida de las hipotecas sean más llevaderas. Hacer una lista de la compra, en la que se recoja lo que verdaderamente se necesita ateniéndose a comprar, estrictamente, lo que esté en ella y no caer en las trampas de las cabeceras de los lineales o la compra impulsiva, sirve para ahorrarse unos buenos euros. Si incluso se hacen los deberes y se comparan varios sitios donde comprar, se puede ahorrar más eligiendo el mejor proveedor para cada producto. Pero si el abastecimiento alimenticio supone uno de los principales gastos del hogar no menos importante es ahorrar en el consumo de servicios como la luz, evitando dejar las luces encendidas más de la cuenta o analizando si los servicios que se disfrutan en casa son realmente imprescindibles. Ser responsable con los gastos y analizar los que son imprescindibles y los que se pueden eliminar es básico para llegar a final de mes. Ahora, se trata de ahorrar, si es que se puede conseguir, porque los tipos de interés seguirán subiendo y la hipoteca, que dificilmente se puede quitar de encima tiene previsiones de ascenso.