Al cumplir 92 años

24/04/2016 - 18:16 Luis Monje Ciruelo

Al cumplir 92 años uno se imagina en lo alto de un poliedro piramidal de paredes escalonadas.

Al cumplir noventa y dos años, uno se imagina en lo alto de un  poliedro piramidal de paredes escalonadas, muy ancha la planta baja, en la que caben todos y estrechándose a medida que se asciende de escalón en escalón, de manera que en cada planta queden menos personas hasta que en la última, que sería la cumbre, sólo cupiera una, que tendría que ser yo para poder contarlo. En la planta 92, que son los años que cumplí en este 18 de abril, permanecemos ya pocos, hasta el final, en que sólo quepa uno. En el siguiente piso ya no habría nadie. Entonces el poliedro se desmorona ¡y vuelta a empezar  con nuevas personas de nueva generación!. Y así hasta el Juicio Final, como ha venido sucediendo desde que el mundo es mundo. Y no sé si viene a cuento en este aniversario recordar la sentencia de la Biblia de que la vida del hombre sobre la Tierra es como un parpadeo de la Eternidad, definición que a mí me  deprime.
    Y uno piensa que así es, recordando mi propia vida,  de casi un siglo, que puede resumirse en muy  pocas palabras, a no ser que se pretenda escribir un libro entero para contarla. Podría abreviarse así: he vivido y he sido feliz, descontando algunas desdichas ajenas a mi conducta. He trabajado, lo mejor que he sabido,  en lo que me gustaba . Y me voy dejando un rastro de cuatro hijos, ocho nietos, muchos árboles plantados, unos pocos amigos, unos veinte mil artículos, y más de una docena de libros, todos sobre la provincia, sospechando que dentro de unas décadas apenas habrá, fuera de la familia, quien se acuerde de este “parpadeo” de mi vida sobre la Tierra.
  
Nonagenario
Noventa años de vida son un hito
Que merece los versos de un soneto,
Y a esa norma encantado me someto
Y con ello no cumplo más que un rito.
Llegar a los noventa, lo repito,
Y hacerlo con salud y con respeto
Es algo a lo que nadie pone el veto
Pues llegar a esa edad ya no es un mito.
Y si vuelvo a mirar hacia el pasado, 
Aunque pueda guardar algún vestiglo
El haber aguantado casi un siglo
Pudiera ser un premio bien ganado,
  Y es que el alcohol, tabaco y otros vicios    
Los pagan con salud los estulticios.