Al final era Bambi

23/05/2011 - 00:00 Andrés Aberasturi

   Y Barreda, una vez más, tiene razón: no es este el mejor momento para unas primarias porque lo urgente es una reflexión ideológica, seria y profunda para saber si este PSOE de Zapatero es o no el heredero fiel de esas siglas históricas. Porque culpar de todo a la crisis y a una mala comunicación, carece de sentido. Claro que la crisis ha desgastado al Gobierno pero no hasta el punto de llevarlo a una catástrofe sin precedentes y claro que la comunicación ha fallado pero no tanto por los comunicadores como por lo que se tenía que comunicar y eso cuando había algo que comunicar.
 
   Uno tiene escrito que Rodríguez Zapatero ha sido sin duda el peor presidente en la historia de la democracia española y el peor secretario general del PSOE. Llegó siendo "Bambi" y al rato muchos quisieron ver detrás de esa sonrisa de Mr. Beans una inteligencia preparadísima par el arte de gobernar; el espejismo duró lo que tardaron en llegar los problemas y en los primeros cuatro años de su mandato abrió brechas inútiles, dilapidó buena parte de los fondos públicos y se empeñó en pasar a la Historia como el hombre que acabó con ETA por las buenas y al final terminó mintiendo a los españoles; quiso hacer la segunda transición o una nueva transición o no se sabe muy qué ni por qué y le salió una chapuza que no hizo sino complicar aun más una España autonómica económicamente insostenible.
 
   Mientras tanto, dentro del partido, se iban apartando las voces discrepantes y se laminaba cualquier atisbo de autocrítica hasta convertir Ferraz en una sucursal de La Moncloa. Los gabinetes se nombraban más para las fotos que para el buen gobierno y así fueron apartados los Sevilla o los Solbes y entraron caras nuevas y jóvenes en un intento -para mi patético- por ofrecer imagen más que inteligencia. Y en esas, llegó la crisis. Y Zapatero, ay, no entendió nada. Mientras el país se deslizaba peligrosamente hacia el abismo económico, ZP y/o sus segundos sacaban a relucir el mal ajeno, se empecinaban en un patriotismo tipo NO-DO o te recordaban las grandes conquistas sociales como si el matrimonio homosexual tuviera algo que ver con deuda pública. Sigo pensando que aun no se explica el presidente cómo es posible que tengamos cinco millones de parados y que Obama le llame para reconducirlo en lugar de para felicitarle.
 
   Y ha sido Zapatero, que al final sigue siendo el Bambi que muchos vieron, el culpable de la reciente derrota; Zapatero y los que a lo largo de estos años le han reído las gracias dentro del partido y no se han atrevido a decir en voz alta que el rey está desnudo y que personas como las que muchos tenemos en la cabeza, y que no voy a nombrar porque no es elegante, no están preparadas para sentarse en un Consejo de Ministros del Gobierno del Reino de España. Administrar un país no es una frivolidad ni un experimento; tampoco lo es ser el secretario general de un partido como el PSOE. No es bueno dignificar en exceso casi nada, pero es mucho peor hacer justo lo contrario .