Al parador por autovía

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El comentario
C. SANZ ESTABLEZ, Periodista
La cesión por parte del Ayuntamiento de Molina al Estado español de los terrenos en los que está previsto construir el Parador de Turismo “Puerta del Alto Tajo” es, sin duda, la noticia patente y palpable más importante que, en positivo, ha tenido Molina al menos desde que yo recuerdo. En la misma semana, para mayor satisfacción, se ha anunciado también que los presupuestos generales del Estado prevén una cantidad –mínima, cierto, como ha denunciado el PP, pero al menos aparece- para iniciar los estudios que acabarán convirtiendo la carretera N-211 en autovía, dejando así constancia de que las peticiones de la Asociación Tierra Molinesa y La Otra Guadalajara han sido escuchadas y atendidas.
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, los molineses al menos vemos como las promesas de Barreda y ZP, comienzan a tomar cuerpo y aportan un importante refuerzo moral, en principio, del que tan necesitados están en el Señorío.

Principio quieren las cosas, pero estos dos hechos apuntan alto y firme en el sentido de que, por fin, las reivindicaciones molinesas han llegado donde debían y han sido estudiadas y canalizadas como procede –y en esto ha tenido mucho que ver la nueva secretaria provincial socialista y presidenta de la Diputación, Mª Antonia Pérez León-, porque, simplemente, son justas y necesarias para salvar el futuro de una tercera parte de la provincia de Guadalajara. Queda ahora una labor ingrata que deberían asumir, en armonía y firme unión, el Ayuntamiento molinés, la Comunidad de Molina y las asociaciones Tierra Molinesa y La Otra Guadalajara, en el sentido de permanecer vigilantes ante cualquier demora o síntoma de cansancio en las administraciones a la hora de ejecutar estos proyectos tan importantes.

En estos momentos dulces, el no va más para Molina y el futuro de la comarca, sería ver que la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra y sus apoderados asumen el momento histórico que están viviendo en esta tierra y, desde la generosidad y el reconocimiento del papel histórico que ha jugado la Común, iniciar un necesario proceso de modernización y cambio de Estatutos, dando juego a los partidos políticos, y convirtiendo la Comunidad de Molina en una institución capaz de hacer política junto a la Diputación Provincial y a la Junta de Comunidades en beneficio del Señorío. El proceso de reforma es fundamental para asumir el compromiso que puso Barreda sobre la mesa de delegar funciones y competencias. La responsabilidad ahora es de los alcaldes y de los apoderados y el momento es el adecuado. No habrá otro igual.