Angela

03/02/2011 - 00:00 Charo Zarzalejos

 
Estas son las fotos que necesitamos, en las que salimos bien, en las que no toca estar. No se trata de no tener ni un pequeño recuerdo con personajes como Chavez, Correa o Evo Morales. Ellos dirigen países con los que España tiene especial cercanía, compromiso e intereses que defender, pero, por encima de todo, con quienes tenemos que estar es con personajes tipo Angela Merkel. Ella, junto con Sarkozy son el corazón de Europa, ese corazón al que el Presidente del Gobierno nos prometió viajar y hoy -esta es la realidad- estamos más lejos que nunca. Angela Merkel se ha revelado como una gran líder. Como una persona con las ideas claras que ha sabido trazar objetivos acertados y establecer estrategias adecuadas para conseguirlos y así, hoy Alemania es la envidia de Europa. Sus cuentas están en orden y han crecido tanto que reclaman para ellos "el talento español". Necesitan cubrir miles de puesto de trabajo, mientras nosotros necesitamos encontrarlo para cuatro millones de ciudadanos. A lo largo de esta crisis de la que Alemania ya puede hablar en pasado, ha habido muchos que han acusado a la canciller que ayer nos visitó de agitar el nacionalismo alemán, de haberse movido en función de sus intereses electorales y sobre todo de remolona a la hora de poner dinero para salvar las finanzas ajenas. ¿Alguien conoce a alguien que de dinero sin garantías?. La caridad, cuando de finanzas se trata, no existe. Pese a las críticas ahí está, con autoridad bastante para lanzar sugerencias y proponer recetas y si algo ni podemos ni debemos hacer es ponernos estupendos ante quien puede exhibir una buena hoja de servicios. No sólo propone ideas sino que además muestra una clara solidaridad con nuestro país. El pacto sobre pensiones en el que se incluyen incentivos para la contratación a tiempo parcial era un pacto necesario ante la gravedad de nuestra enfermedad pero queda pendiente la modificación de la negociación colectiva que de acuerdo con los plazos que se han dado a si mismo quienes deben negociarla no entraría en vigor hasta 2012; es decir, una eternidad dada la necesidad de tomar medidas sin perder un segundo de tiempo. Nuestras reformas van lentas, casi fuera de tiempo y aunque parezcan que sean muchas todavía nos quedan más. ¿Se unirá en España el crecimiento del salario a la productividad tal y como ha propuesto Merkel?. Hoy por hoy nadie quiere ni oír hablar de semejante posibilidad pero ¿alguien podía imaginar hace un año que los sindicatos fueran a aceptar la jubilación a los 67 años?. Merkel propone medidas pero será el Gobierno el que tenga que evaluar si las adopta o no. Parece que sobre el papel se ha resuelto el asunto de las pensiones pensando en el futuro que está por llegar. Y bien esta prever situaciones pero es impensable que un acuerdo para el futuro provoque entusiasmo alguno cuando lo que nos agobia es el presente. Y el presente, aunque algunas grandes cifras vayan mejorando, es desolador. Mas de cuatro millones de parados y sin expectativas ciertas de crecimiento significativo es una realidad demasiado dura de digerir y , desde luego, de resolver. La sensación de agobio se ha instalado en el país, necesitado de medidas urgentes y palpables. El necesario acuerdo sobre pensiones es un viaje al futuro pero lo que está pendiente es el presente. Cuesta creer que nos ocurra lo que nos está ocurriendo. Nos cuesta asumir que nos estamos haciendo pobres pero esta es la realidad de la que algunos van a escapar aprendiendo alemán, idioma de la "fracasada" Merkel. Ver para creer.