Aparcar a lo grande
01/10/2010 - 09:45
EL COMENTARIO
Jesús Blanco - Periodista
Saludamos hoy la llegada a Guadalajara de un nuevo aparcamiento subterráneo, infraestructura que contribuye a paliar ese mal endémico que tenía esta ciudad con la falta de plazas de estacionamiento.
Además en los últimos meses se ha abierto varios garajes de grandes dimensiones que, al fin, ayudan a encontrar un lugar donde dejar el coche. Pero en este caso se trata de una obra singular y que va mucho más allá de un simple aparcamiento.
Hay que destacar que su dimensión, 1.000 plazas, lo convierten en el más grande de Castilla la Mancha. Una obra de gran envergadura que ha sido promovida por una empresa de Guadalajara, de las de toda la vida. Construcciones Cuadrado Duque se ha atrevido y, porqué no, se ha arriesgado a ejecutarla. Y no ha sido fácil. Primero hubo que negociar un acuerdo con los Padres Salesianos, propietarios del terreno, acuerdo que ha resultado muy satisfactorio para las partes puesto que Cuadrado Duque puede ejecutar la obra y comercializar el aparcamiento mientras que el Colegio Salesiano obtiene compensaciones importantes como un nuevo Polideportivo Cubierto y un Campo de Fútbol de césped artificial. Después manos a la obra y con un gran equipo técnico se ha ido realizando a buen ritmo. Incluso la crisis del ladrillo les ha pillado por medio y llegó a amenazar el aparcamiento cuando la empresa principal contratada por Duque, la constructora SEOP, presentó suspensión de pagos. También se pudo superar este obstáculo y hoy el macro aparcamiento de los Salesianos es una realidad.
Cuadrado Duque es de esas empresas, que nacen como todo lo familiar poco a poco y que con el esfuerzo y el buen trabajo van creciendo. Félix, Carlos, los hermanos Cuadrado, empezaron con pequeñas promociones en su pueblo, Iriepal, y poco a poco se han ido abriendo camino, con éxito y prestigio, entre los constructores de la provincia.
Hoy han cambiado la vivienda por los aparcamientos y con buena acogida ya que tienen más de 900 plazas vendidas cuando muy cerca, bajo el parque José de Creft, no se ha llegado a vender, a menor precio, el aparcamiento bajo suelo municipal con una cantidad de plazas casi 5 veces menor. Posiblemente la diferencia esté en esa fórmula de venta que no ha calado en la cultura española, la venta por un período determinado de años, 75, 90 ó 100 según los casos. Está claro que preferimos comprar algo para siempre y que lo hereden nuestros hijos a comprar por 75 años. Esta es la prueba más evidente y puede servir al Ayuntamiento para replantearse ese sistema que está dejando los aparcamientos públicos semivacios, mientras se llenan los privados, más caros, pero para siempre. Es la cultura de la propiedad que seguimos teniendo en este país.
Hay que destacar que su dimensión, 1.000 plazas, lo convierten en el más grande de Castilla la Mancha. Una obra de gran envergadura que ha sido promovida por una empresa de Guadalajara, de las de toda la vida. Construcciones Cuadrado Duque se ha atrevido y, porqué no, se ha arriesgado a ejecutarla. Y no ha sido fácil. Primero hubo que negociar un acuerdo con los Padres Salesianos, propietarios del terreno, acuerdo que ha resultado muy satisfactorio para las partes puesto que Cuadrado Duque puede ejecutar la obra y comercializar el aparcamiento mientras que el Colegio Salesiano obtiene compensaciones importantes como un nuevo Polideportivo Cubierto y un Campo de Fútbol de césped artificial. Después manos a la obra y con un gran equipo técnico se ha ido realizando a buen ritmo. Incluso la crisis del ladrillo les ha pillado por medio y llegó a amenazar el aparcamiento cuando la empresa principal contratada por Duque, la constructora SEOP, presentó suspensión de pagos. También se pudo superar este obstáculo y hoy el macro aparcamiento de los Salesianos es una realidad.
Cuadrado Duque es de esas empresas, que nacen como todo lo familiar poco a poco y que con el esfuerzo y el buen trabajo van creciendo. Félix, Carlos, los hermanos Cuadrado, empezaron con pequeñas promociones en su pueblo, Iriepal, y poco a poco se han ido abriendo camino, con éxito y prestigio, entre los constructores de la provincia.
Hoy han cambiado la vivienda por los aparcamientos y con buena acogida ya que tienen más de 900 plazas vendidas cuando muy cerca, bajo el parque José de Creft, no se ha llegado a vender, a menor precio, el aparcamiento bajo suelo municipal con una cantidad de plazas casi 5 veces menor. Posiblemente la diferencia esté en esa fórmula de venta que no ha calado en la cultura española, la venta por un período determinado de años, 75, 90 ó 100 según los casos. Está claro que preferimos comprar algo para siempre y que lo hereden nuestros hijos a comprar por 75 años. Esta es la prueba más evidente y puede servir al Ayuntamiento para replantearse ese sistema que está dejando los aparcamientos públicos semivacios, mientras se llenan los privados, más caros, pero para siempre. Es la cultura de la propiedad que seguimos teniendo en este país.