Apoyos los justos

10/03/2011 - 00:00 Charo Zarzalejos

 
Cuando aún no se habían apagado los ecos de la decisión adoptada por José Blanco de suprimir el mitin de Vista Alegre, previsto desde hace meses para el próximo tres de Abril, la jornada de ayer en el Congreso dejó bien a las claras que el Gobierno tiene los apoyos justos, muy justos para afrontar las medidas de reforma que una y otra vez han recordado que están dispuestos a adoptar. El decreto sobre la reestructuración de Cajas salió con la mayoría suficiente pero menos cualificada de lo que el Ejecutivo hubiera deseado. El PNV, socio preferente del Presidente del Gobierno, ayer optó por la abstención y lo hizo después de que el lunes, en Bilbao, Andoni Ortuzar, presidente del poderoso PNV de Vizcaya, dijera que tienen la creencia de que habrá elecciones anticipadas. Después del verano, indicó Ortuzar.
   La abstención de ayer se ha interpretado como el comienzo de una suave retirada de los nacionalistas vascos que el 22 de Mayo quieren iniciar su vuelta a Ajuria Enea. Ayer también y por primera vez el PP no apoyó una reforma estructural. Se abstuvo porque el decreto sobre Cajas no va a servir _según dijo Montoro_ para revitalizar el crédito y apoyar la medida era contribuir a la lenta agonía en la que estaba el Gobierno. CiU si apoyo el decreto y lo mismo hizo Coalición Canaria. Este apoyo de CiU será el último al menos hasta después de las elecciones municipales y autonómicas. La política de alianzas del Gobierno se está debilitando. Nadie va a dar un golpe en la mesa y decir "hasta aquí hemos llegado" pero la pérdida de fuelle del Ejecutivo es cada día más palpable. Hasta los que callan consideran que estamos en un fin de ciclo sin retorno posible y por mucho que repita el Presidente sus profecías de mejora, casi nadie le cree. A esta sensación de fin de ciclo ha contribuido, aunque no lo admitan, la suspensión del acto de Vista Alegre. Nada ni nadie ha podido evitar que se vea en esta decisión el hartazgo de los barones y el rechazo de buena parte de ellos a hacer de Zapatero el icono de la campaña. Blanco ha querido preservar al Partido y proteger al Presidente. Trata de evitar que el 22 de Mayo se rompa la vajilla pero son los socialistas quienes viven con el agua al cuello. El silencio de Zapatero les está exasperando y la suave retirada de los socios les hace sentirse al borde del abismo. ¿Es esto sostenible casi un año más?.