Apuesta por la obra pública

Aunque el pasado está muy presente y el  futuro se afronta con dudas es tiempo de mirar hacia adelante  con decisión, fortaleza, ánimo y medidas que hagan posible la reconstrucción económica y social. La prórroga de los ERTE hasta el final del verano es una de las decisiones que permitirá mantener empleo y tejido empresarial, salvar buena parte de nuestro músculo productivo; las ayudas del Ayuntamiento de  Guadalajara para autónomos y pequeñas empresas aportando ingresos fundamentales para la continuidad de los negocios y sus trabajadores será un balón de oxígeno para muchos comercios locales. Son otras muchas también las iniciativas y ayudas que contribuirán a ese mismo objetivo de recuperación y una de ellas, fundamental, como receta que se viene reclamando desde muchos sectores, es la inversión en obra pública que dejará  infraestructuras, atenderá servicios fundamentales para la ciudadanía y contribuirá a nuestro avance como sociedad,creando empleo.  Así lo ve el Gobierno regional con la apuesta por proyectos en nuestra provincia que el presidente ha detallado en su visita de esta semana a varias localidades. Se trata de un ambicioso plan de inversiones, ya anunciadas en otros momentos, pero que necesitan ser impulsadas, en centros médicos y depuradoras que garantizarán una mejor atención sanitaria, cuando más imprescindible se muestra, y abastecimiento de agua, respectivamente, contribuyendo  a combatir la despoblación y vertebrar el territorio. Localidades como Cifuentes y Alcolea del Pinar, que tienen en su entorno múltiples pequeñas poblaciones con vecinos que se desplazan hasta Guadalajara para cualquier consulta o prueba, dispondrían de su propio centro de salud, elemento clave para fijar población, especialmente para que los mayores puedan quedarse a vivir en sus pueblos.  Azuqueca de Henares, por su parte, tendría por fin un segundo centro de salud dejando de ser la única ciudad con tanta población que no lo tiene, abarcando, además, un área de influencia de numerosos municipios de la Campiña y el Corredor que se beneficiarían del mismo aliviando la presión asistencial sobre la capital que también quiere ver terminado su segundo hospital. Es momento de abrir los cajones, desempolvar viejos expedientes, recordar promesas, mirar lo que se anunció y no llegó a ejecutarse, retomar lo que la crisis sanitaria paró y dedicar presupuesto a todas estas obras. Solo el plan de depuradoras significará 5.000 empleos en la región, además de permitir el crecimiento de las poblaciones al asegurar el suministro de agua. Hagamos estos sueños realidad.