Aquella visita del malogrado Drazen Petrovic a Guadalajara

14/10/2018 - 17:03 Eduardo Díaz

El recinto deportivo registró un lleno absoluto con más de tres mil personas.

Este año, Guadalajara ha sido declarada Ciudad Europea del Deporte. Es por ello que en el rincón de esta semana vamos a recordar la visita que realizó a nuestra ciudad el equipo de baloncesto de la Cibona de Zagreb para disputar un partido amistoso contra el equipo ya desaparecido del Club Baloncesto Guadalajara. El encuentro se disputó el 17 de enero del año 1986 en el Polideportivo Municipal junto a la estación de ferrocarril y fue organizado por la Diputación Provincial de Guadalajara, que tuvo que depositar 3.000 dólares en la cuenta del conjunto Yugoslavo. Se aprovechó igualmente que el equipo balcánico había jugado la noche anterior un partido de la Copa de Europa de baloncesto contra el Real Madrid en la desaparecida cancha de la ciudad deportiva madridista.

El recinto deportivo registraba un lleno absoluto, con mas de tres mil personas y sobre todo destacaba la presencia de niños, que querían ver de cerca al ídolo del baloncesto europeo: Drazen Petrovic, que había llevado a su equipo a ser el campeón de Europa la temporada anterior. El resultado final fue de 78 a 98 a favor de los Yugoslavos, pero hay que reseñar que los jugadores del equipo de Guadalajara realizaron un partido muy digno e incluso en el primer tiempo pusieron en serios aprietos al equipo liderado por Petrovic y acompañado por los famosos: Cutura, Arapovic, Czjewticanovic y Nakic entre otros. El entrenador del Guadalajara, Ricardo Pérez de Rueda, reservó en el segundo tiempo a jugadores de la talla de López Goitia, Burges y Toledano de cara al decisivo encuentro que jugaban dos días después en Valencia y ese momento fue aprovechado por los jugadores balcánicos para aumentar la diferencia en el marcador. Drazen Petrovic jugó algo más de diez minutos y durante ese periodo anotó ocho puntos como consecuencia de dos triples y una canasta bajo aro. Terminado el encuentro estuvo durante unos minutos para ensayar tiros de tres y de dos puntos y entradas a canastas, ante el delirio de los aficionados al deporte de la canasta.

 

Una vez acabado el encuentro, los jugadores de ambos equipos fueron obsequiados con una cena de confraternización en el Restaurante Casa Mariano, en el barrio de los Manantiales. Allí comenzaron los problemas para los integrantes del servicio de seguridad del equipo Yugoslavo ya que observaban cómo los jugadores ingerían grandes cantidades de bebidas alcohólicas y eso no era bien visto por las autoridades de la Liga Comunista de Yugoslavia, las cuales querían que sus deportistas dieran una buena imagen en Europa en todos los sentidos. Ante ello los servicios de seguridad impidieron la entrada de cualquier persona ajena a la cena y el conflicto surgió cuando el periodista José Luis Bravo, de la cadena Ser, intentó entrar en el comedor con micrófono en mano para entrevistar a la figura del baloncesto balcánica y le fue negada la entrada de manera contundente. El presidente de aquella época del Club Baloncesto Guadalajara, Juan Manuel Hueli, que había observado la acción, se acercó a pedir perdón al periodista e igualmente le manifestó que la orden no era suya, sino de los servicios secretos yugoslavos. Drazen Petrovic falleció en el verano del año 1993 en un accidente de tráfico en la ciudad alemana de Denkenforf, cuando su vehículo, que era conducido por su novia,  chocó frontalmente contra un camión.