Aquellos antiguos depósitos de CAMPSA en Guadalajara

10/10/2021 - 11:12 Eduardo Díaz

En Guadalajara se comenzó a construir en el año 1941 las  instalaciones de la Campsa en un terreno estratégico de la calle Francisco Aritio.

Por Eduardo Díaz

En el año 1927 el ministro de Hacienda, José Calvo Sotelo, con el consentimiento del presidente del Gobierno Miguel Primo de Rivera, fundó la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo S.A. (CAMPSA). Esta sociedad tenía como principal misión la de administrar la concesión del petróleo, que ya en aquella época era el principal elemento propulsor de la economía de los países más desarrollados. 

Los principales socios de Campsa en sus inicios eran: el Banco Bilbao Vizcaya, la entidad financiera del Banco Hispano Americano, el Banco de la familia Urquijo, el Banco Español de Crédito y por último el Estado Español que tuvo una participación inicial de un treinta por ciento.

Una vez finalizada la Guerra Civil el Gobierno de España expropió la compañía de hidrocarburos de Campsa lo cual trajo consigo un enfriamiento de las relaciones diplomáticas de España con los Estados Unidos y el Reino Unido.

En Guadalajara se comenzó a construir en el año 1941 las  instalaciones de la Campsa en un terreno estratégico de la calle Francisco Aritio, muy cercano a la estación de ferrocarril, ya que parte del transporte del combustible se realizaba a través de los vagones del tren. Pocos años después frente a los terrenos de la CAMPSA se construyó la fábrica de Fibrocementos Castilla, que era conocida popularmente en la ciudad como “La Pizarrita”. Con el paso del tiempo muchos de sus empleados fallecieron a temprana edad por inhalación de Amianto.

El recinto de la Campsa de Guadalajara se componía de catorce depósitos cilíndricos donde se almacenaban los carburantes, seis depósitos pequeños para la descarga de combustible en los camiones y un patio interior que servía de estacionamiento de los vehículos pesados y ligeros. Existía igualmente una amplia vivienda en donde residía el responsable de la instalación junto a su familia, en concreto era la familia Díaz- Romeral Gómez, la cual era muy conocida en la ciudad. El surtidor del combustible en Guadalajara se encontraba en una de las esquinas de la Plaza de los Caídos, justo enfrente de la iglesia de Los Remedios y era regentado por el inolvidable Rafael Bazán.

En el año 1984 se inició la liberación de los sectores económicos como consecuencia del cumplimiento de las normas del tratado de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea y ello trajo consigo el cese de las actividades de Campsa en Guadalajara, tanto del almacén de la calle Francisco Aritio como de las oficinas que se encontraban en la Calle Mayor.

El surtidor de la Campsa pasó a pertenecer a la compañía Repsol e igualmente cambió de lugar, abandonando la Plaza de los Caídos y trasladándose a la calle Cardenal González de Mendoza que es donde se encuentra en la actualidad.

Los depósitos de la CAMPSA, una vez vaciados de combustible, fueron utilizados por orden judicial para el almacenamiento del aceite de colza Desnaturalizado, que provocó el mayor envenenamiento de la historia de España en el año 1981. Allí permanecieron durante tres años  bajo vigilancia policial permanente, hasta que fueron trasladados y destruidos en la provincia de Santander. Años más tarde el Estado Español subastó los terrenos y en la actualidad existe una moderna instalación comercial que es conocida popularmente como “ Edificio de Cristal”.