Artur Mas ya es Molt Honorable

24/12/2010 - 00:00 José Cavero

 
Valdrá la pena recordar que la institución de la Generalitat catalana la restableció, en la historia reciente de la democracia española, el molt honorable Josep Tarradellas, que de algún modo enlazaba con esa misma institución anterior a la guerra civil. Tarradellas regresó de su exilio francés, y tras su acuerdo con Adolfo Suárez y Salvador Sánchez Terán, jefe del Gobierno español y delegado del Gobierno en Cataluña, respectivamente, puso las bases para restablecer una vieja institución que, en las últimas décadas, ha tenido una perfecta continuidad: Tras Tarradellas, Jordi Pujol, de CiU; durante dos décadas; luego, Pascual Maragall y José Montilla, al frente de otros tantos tripartitos -PSC más ICV y ERC-. Y ahora, desde estos mismos días, regresan los aliados de Convergencia, en la persona de Artur Mas. Este jueves resultaba elegido, finalmente, en la segunda votación, gracias a la abstención y voto en blanco de los socialistas, lo que no quiere decir, en modo alguno, que el de Mas vaya a ser un gobierno "de sociovergencia", como se denominó a la posibilidad de entendimiento entre convergentes sin mayoría y socialistas como segunda fuerza. No habrá tal, aunque no hay que descartar que, en la legislatura que da comienzo, pudieran producirse muchos puntos de encuentro como éste de ahora mismo. Ya hubiera querido Zapatero disponer de la posibilidad de entenderse con CiU en el parlamento español, pero se lo impedía el tripartito de Montilla. En adelante, pudiera resultar mucho más fácil la colaboración entre socialistas en Madrid y convergentes en Cataluña... Lo cierto es que Artur Mas, líder de CiU, tras ganar las elecciones del 28N con 62 diputados, y tras constituirse el nuevo Parlamento el jueves 16 de diciembre, ha superado la ceremonia de investidura, en vísperas navideñas, y tras escuchar la opinión que merece a cada uno de los portavoces de los grupos de la Cámara renovada: Por Ciutadans, Rivera, quien propuso a Mas una Cataluña no bilingüe sino de tres lenguas: 40 por ciento catalán, 40 por ciento castellano y 20 por ciento en inglés. Rivera había mostrado su euforia por una sentencia del Supremo sobre el castellano como lengua vehicular en la enseñanza en Cataluña: "Hoy es un día histórico para muchos, histérico para otros, porque un tribunal dice como debe ser el modelo lingüístico en la escuela pública catalana". Mas replicó a Rivera: "Usted y Sánchez-Camacho vienen aquí y pueden hablar en castellano y en cambio no se puede ir al Congreso de Diputados (de Madrid) y hablar en catalán. Pero, sobre todo, tuvo buen cuidado en negar la eventualidad de un entendimiento estable con los socialistas. "De sociovergencia ninguna". Con el PSC ha firmado un pacto para facilitar la investidura, para que pueda haber un nuevo presidente, que es un mandato de las urnas, y no un pacto de gobernabilidad. También lo pasó bien Artur Mas al responder al "triunfador" de las recientes elecciones, el líder de Solidaritat Catalana Laporta: "Una cosa es no mirar al suelo y la otra levitar", le advierte Mas. Laporta ve la vía autonomista agotada, y pide a Mas que coja las riendas de la independencia y no haga proclamas que "conducen al fracaso" y a "narcotizar" a los catalanes. Joan Puigcercós es lo contrario a Laporta, en esta legislatura: el vencido en las urnas. Puigcercós asegura que estará al lado de Mas, pero votará en contra porque Mas no "concreta". Mas niega que quiera una legislatura tranquila. "Si quisiera una legislatura tranquila no incluiría el concierto económico en el programa. Si hablamos de dinero con el Estado español será de todo, menos tranquila". Mas aclara que a Puigcercós que el acuerdo entre CiU y PSC no habla de ningún mandato para reformar ni Estatuto ni Constitución. ICV también vota en contra por "sentido de responsabilidad con la gente de izquierdas", dice el líder Joan Herrera, quien resume en una frase la posición de ICV: "Nos comprometeremos en la mejora del autogobierno pero seremos beligerantes ante cualquier recorte social". Herrera resume las principales razones que alejan a ambos partidos, básicamente las de índole económica y social. "Queremos una Cataluña para todos que deje atrás la economía especulativa". "CiU e ICV tienen proyectos diferente. Por eso votamos que no". Centra parte de su discurso, también, en cargar contra el PSC por alejarse del tripartito y permitir la investidura de Mas. Estrella indudable de la sesión fue, esta vez, Alicia Sánchez-Camacho, líder del PPC, quien reprocha a Mas que haya pactado con "Zapatero". "Usted ha pactado con el Gobierno de Zapatero, con el PSOE". E insiste en la sociovergencia que Mas y Joaquím Molins, PSC, niegan una y otra vez... Se han aburrido poco, esta vez, sus señorías. Y han tenido final feliz, para Artur Mas, en el comienzo de cuatro años que tampoco aburrirán... .