Ataque al municipalismo

05/08/2013 - 18:04 Redacción

Es muy poco reconfortante comprobar cómo el Sr. Robisco, que además de diputado es concejal, justifica y aplaude la reforma de la administración local que ha perpetrado el Gobierno de Rajoy, un ataque frontal al municipalismo que empeorará los servicios que reciben los ciudadanos. Sólo desde la perspectiva de alguien más empeñado en defender a su partido que a los vecinos es posible explicar una actitud como la del Sr. Robisco, empeñado también en cantar las alabazas de un servicio de recogida de basuras que no ha explicado, que nadie sabe en qué consiste y que, por tanto, no le compran ni los suyos. Da igual las cartas que escriba el diputado, concejal y coordinador de comunicación; lo cierto es que, o explica el proyecto y ofrece datos a los municipios o, como no sea a la fuerza o con toque de corneta, no habrá pueblo que se apunte al invento.
 También me dejan estupefacto las lecciones de gestión municipal que se atreve a darnos el Sr. Robisco. Según los datos hechos públicos por el Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento de Guadalajara, del que él es concejal, tiene más deuda por habitante que Azuqueca de Henares. Y todo ello a pesar de que Guadalajara, con Antonio Román a la cabeza, ha subido un 40% el IBI en los dos últimos años, ha privatizado el agua obteniendo unos pingües beneficios y contabiliza muchos más ingresos provenientes del Gobierno regional que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Azuqueca. Quizás esté interesado el Sr. Robisco en organizar un curso de gestión municipal para explicarnos cómo es posible que el municipio que cruje a los ciudadanos a impuestos, privatiza servicios y recibe pagos que a los demás se les niegan, tenga unos números peores que los de Azuqueca. Y no lo digo yo. Lo dice el ministro Montoro.  Y una última cosa. Si los ayuntamientos tienen deuda con las mancomunidades es únicamente porque Cospedal no les paga lo mucho que les debe. Eso es a lo que se dedica la presidenta simulada de Castilla-La Mancha: a no pagar a los ayuntamientos, a estrangular su tesorería y a obligarles a financiar por anticipado servicios de competencia regional. Y la verdad es que, a tenor de los visto, a uno le sobran ganas de pensar que esto de no pagar no era sino una maniobra para decir que los ayuntamientos están endeudados, que son unos manirrotos y que sobran. Pero no cuela, Sr. Robisco. Aquí lo único que sobran son las razones para no dejarnos engañar más. Tenemos más de 200.000.