Ausencia de alternativas claras

21/10/2015 - 11:06 Jon Parra

La liga local de fútbol-sala de la Agrupación Alcarreña ha echado a rodar el balón este fin de semana, con 53 equipos divididos en 4 divisiones.
Arranca un nuevo curso en el que en lo que respecta a la máxima categoría (División de Honor) no se atisba una alternativa clara al vigente campeón de Liga, Hispafer. En todos los vestuarios de los equipos rivales siempre se habla de que tienen un año más, alguna temporada tendrán que caer… Y otros muchos tópicos que no se cumplen, y en este curso ver algún equipo que pueda acabar con la estructura de equipo que lleva dominando más de un lustro el fútbol sala local parece cuanto menos una utopía. A los clásicos del equipo se ha unido este año Rubén Marcos, por lo que la escuadra no sólo no se debilita si no que parece más fortalecida si cabe.

Dicho lo anterior se llega a la conclusión de que el resto de equipos deben pelear por el subcampeonato. Ese segundo peldaño clasificatorio debería estar competido por escuadras como Horche, Chiloeches, Brihuega (tras consolidarse en la categoría aspira a dar un salto de calidad) o Anvi/Alovera, con un plantel muy joven y rejuvenecido al igual que Sepiolsa, con un equipo con mucha gente de Azuqueca que puede dar que hablar. En el siguiente tren estarán las seis escuadras restantes, quizás un poco por encima de ellas y cerca del segundo pelotón estará el siempre aguerrido Área de Tamajón (antiguo Deca, que cambia de denominación). Casa Goyo/Pozo, Garden y Atanzón buscarán mejorar el curso precedente, aunque no lo tendrán fácil ya que tanto ellos como muchas escuadras han tenido bajas sensibles de muchos jugadores de nacional, lo cual les hace bajar un poco más si cabe sus prestaciones. Isover y Mondéjar se estrenarán en la máxima categoría con el objetivo de salvarse. Los azudenses tienen un equipo con mucho oficio y experiencia, mientras que Mondéjar ha perdido jugadores importantes del equipo que ascendió y su rendimiento será una incógnita. Queda por delante un curso apasionante para romper los pronósticos.