Autoridad forzosa

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La campaña publicitaria contra el castigo físico infantil que comienza hoy en varias televisiones generalistas y autonómicas, en el marco de una iniciativa auspiciada por el Consejo de Europa y coincidiendo con el Día Internacional del Niño, supone un nuevo esfuerzo institucional para desterrar de las prácticas familiares y educativas la costumbre de utilizar el cachete como supuesto método de aprendizaje.
Pero el arraigado convencimiento en muchos hogares y centros escolares de que un azote a tiempo resulta más eficaz en determinados momentos que el recurso a la palabra convierte el objetivo de erradicar el castigo físico en una tarea compleja. Porque la acertada recomendación de la ministra Cabrera de que se sustituya la fuerza por la autoridad requiere que padres y educadores coincidan en las pautas a aplicar a los menores y refuercen mutuamente los límites a los que deben ceñirse también los más pequeños, en lugar de cuestionarlos. Con todo y pese a no ser una cuestión menor, esta problemática palidece ante otros tipos de maltratos y carencias que sufre la infancia en todo el mundo, reflejados en la denuncia de Unicef de los nueve millones de menores que mueren cada año por causas evitables.