Avalancha mortal
01/10/2010 - 09:45
La atroz muerte de una mujer marroquí, pisoteada por una avalancha de otros compatriotas cuando trataba de pasar a Melilla por un paso fronterizo del barrio chino entre España y Marruecos delimitado por sendas vallas de alambre, ha de suscitar una inmediata conmiseración ante tan absurda tragedia.
Pero ésta exige también una pronta investigación de las circunstancias que rodearon el fallecimiento de la víctima. Porque el hecho de que otras siete personas resultaran heridas y de que para auxiliar a la mujer los policías tuvieran que realizar disparos al aire da idea de los riesgos que comporta la aglomeración de cientos de ciudadanos sin orden alguno que se forma cotidianamente con la intención de cruzar a suelo español a comprar mercancías que luego se revenden en Marruecos a un precio mayor. Si el incidente mortal pudo haberse consumado ante las inadecuadas medidas de orden público y seguridad que se despliegan ante estas avalanchas semanales, las autoridades policiales marroquíes y españolas deben replantearse urgentemente el modo en que viene produciendo el tráfico de mercancías y personas en una frontera tan sensible como la de Melilla.