Avelino Antón
15/11/2013 - 00:00
Numerosos son los motivos por los que merece la pena destacar la figura de Avelino Antón. Tal vez el que menos sea su reciente cumpleaños, aunque sea toda una proeza estar tan cerca de entrar a formar parte del club de centenarios de la provincia. Su vinculación a Nueva Alcarria nos lleva a 1942 cuando dirigía el entonces semanario Antonio Delgado y se hacía en la imprenta, como le gusta recordar a Avelino, letra a letra, antes de que llegase la máquina plana y después la linotipia.
Firmaba los reportajes con sus iniciales A.A.A y pronto se haría cargo de las secciones cultural y religiosa. Hizo numerosas noticias también de la vida social de Guadalajara, vendió publicidad a los comercios para las fiestas capitalinas- único especial que se hacía en tiempos-, fue fotógrafo del periódico en la década de los noventa, tras aprender trabajando con Tomás Camarillo, y llevó la sección de Vida Local hasta los 97 años, escribiendo aún cuando su firma es requerida, como este pasado verano. Maestro industrial, director muchos años del colegio Cardenal Mendoza, autor del libro Guadalajara, provincia industrial, profesor en un taller de electrónica donde hacía aparatos de radio y televisión que el mismo reparaba, colaborador de UNICEF, licenciado en Humanidades por la Universidad de Mayores y adorado padre, abuelo y bisabuelo, y en su día esposo.
En su casa, atento a las noticias que ocurren en el mundo y su entorno, sigue todavía las motos, los partidos de la selección, los telediarios, ve un par de vídeos cada día de cualquier parte del mundo. Da clase particulares de ortografía, geografía y matemáticas a los hijos de sus cuidadoras, de otras nacionalidades, es capaz sobre un mapa- a sus 99 años- de situar cualquier país o isla del mundo, tiene una biblioteca con centenares de libros que ha ido adquiriendo desde 1935 y que ha leído en su totalidad y entre sus fotos resaltan la de los dos últimos jefes de Estado dándole la mano. Ha viajado por numerosos países y atesora mil anécdotas, historias y curiosidades de una vida plena. Nunca hemos escuchado ni una sola palabra de reproche hacia su persona o sus obras. Algo totalmente inaudito que habla de la calidad humana de todo un personaje en la historia de Guadalajara.