Ayuda para el alquiler

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
La ayuda de 210 euros que era el principal pilar del plan de potenciación del Gobierno para fomentar el alquiler parece no haber tenido todas las bondades que de ella se esperaban.
Por una parte son muchos los jóvenes potenciales que todavía la están esperando después de haberla solicitado y, por otra, esta medida podría haber venido a ser uno de los causantes de que los propietarios hayan incrementado los alquileres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el precio medio del alquiler en la región subió hasta julio un 5,1%, una cifra nada desdeñable ahora que muchos no pueden optar a comprar una vivienda. No podemos negar que España, en cuestión de alquileres, sigue siendo diferente al resto de Europa. Los últimas estadísticas reflejan que nos encanta ser propietarios y que somos alérgicos a alquilar. Lo cierto es que de los casi 21 millones de viviendas que había en nuestro país en 2001 (21% más que diez años atrás), apenas 1,6 millones estaban alquiladas, lo que equivale al 7,7%. Los expertos coinciden en que el fuerte desfase respecto a Europa (en Holanda y Alemania las viviendas en alquiler superan el 50% y en casi todos los demás países, salvo en Irlanda y Grecia, el 30%) tiene su origen en la inexistencia práctica de una cultura del alquiler. Esta carencia, a su vez, deriva en gran medida de la crónica ausencia de incentivos, tanto para quienes arriendan como para los posibles inquilinos, frente a las exenciones fiscales concedidas a la compra de un piso. Aunque este segundo argumento se podría poner en cuarentena a raíz de las primeras experiencias. Cambiar la ‘cultura de la propiedad’ entre los jóvenes es necesario convencerles de que no van a tirar el dinero. Y eso es difícil lograrlo si comparan lo que cuesta el alquiler con respecto a una hipoteca. Como un alquiler medio en España ronda los 700 euros al mes, una ayuda que no supondrá más de un 29% del total, poco se puede pretender, aunque menos es nada.